LA RESERVA MORAL

 

Es inconcebible que muchos de los que combatieron al corrupto filosenderista Castillo hoy se sumen con loco entusiasmo a la defensa de un gobierno plagado de castillistas, vizcarristas y caviares y que no es sino la continuación  asolapada del fraude del 2021.

Una fracción de la derecha en vez de exigir que la Presidente Boluarte diga la verdad, defiende lo indefendible, cada quien por diversos motivos e intereses. ¿Quién gana con ese despropósito? Sin duda alguna quienes desde la vereda del violentismo antidemocrático señalan a estos grupos como "la derecha corrupta", deslegitimando a todos en general que nos consideramos de derecha y en particular nos embarra incluso a quienes reclamamos coherencia y postura principista.

Está claro que quienes han iniciado una ofensiva contra Boluarte es un sector del caviaraje que reclama la vuelta de las asesorías y consultorías y que olvida su complicidad con la corrupción Lava Jato y en particular con los gobiernos desde el 2001 y por cierto con la gestión en la Municipalidad de Lima de la corrupta Villarán, responsable de los peajes.

Todo ello configura un panorama peligroso, que va desde el intento de "los transparentes, éticos y justos" por reeditar el periodo de Sagasti, nacido del golpe de masas contra Merino de Lama, y por otra parte de la alianza (versión 2.0 del castillismo) que intentará encabezar el asesino de policías Antauro Humala.

Este panorama pone en evidencia un sector de la derecha ("la derechita cobarde") pero abre paso a una posibilidad de una alternativa de derecha principista.

En las siguientes semanas veremos cómo el cálculo de los que negocian ministerios y mantener sus curules se chamuscará producto del fuego de la mentira y de los intereses subalternos.