AMORES DE ESTUDIANTES

 

Hace 90 años el gran Carlos Gardel cantaba "...hoy un juramento, mañana una traición. Amores de estudiantes flores de un día son...".

Ayer, por enésima vez, un Presidente de Consejo de Ministros se presentó ante un Pleno del Congreso de la República para pedir "confianza". Ofreció el oro y el moro; se acordó de la gente pobre, ofreció seguridad y un gobierno honesto y "transparente". Qué tal cuajo¡

Nos siguen engañando pero ahí ya no está el problema sino que haya 70 ingenuos y 17 timoratos; quienes nos dirán que lo hacen "pensando en el Perú, en su gobernabilidad y en su futuro". ¿Su futuro? Claro, el de 130 congresistas que aseguran su curul hasta julio del 2026. Pocos de ellos tienen futuro después de las elecciones que se llevarán a cabo en aquel año (o antes). 

En poco tiempo sabremos cuánto de cierto habrán tenido los ofrecimientos y promesas de Adrianzén. ¿Confianza en que serán realidad? Habría que ser uno de los que señalaba Sofocleto en su libro "Los Cojudos". Esperemos entonces  que algunos  -a quienes tengo respeto- que votaron dando confianza a este gabinete hagan un mea culpa y reaccionen.

No tenemos nada qué esperar de la continuación del gobierno castillista que accedió al poder el 2021 "gracias a un fraude". Un gobierno ilegítimo del cual fue parte desde un inicio quien hoy es Presidente.

Algunos nos dirán que no debemos  ir contra "la estabilidad". ¿Cuál estabilidad? La de un gobierno presidido por alguien incapaz de decir la verdad y que se ampara en mentiras y leguleyadaa, protegida por "la derechita cobarde", incapaz de reclamar la captura de Vladimir Cerrón, ex jefe de la Presidente Boluarte y hoy prófugo de la justicia.

Para desgracia del Perú ésta es la realidad que vivimos. Salvo contadas excepciones, no hay liderazgos conocidos que nos hagan ser optimistas y tener confianza en un Perú mejor.

Sin embargo, que no se conozcan, no quiere decir que no existan. Lo que queda claro es que los que se decían "demócratas que luchaban contra la corrupción" son las tumbas blanqueadas bíblicas o esos estudiantes, cuyo amor dura un día como cantaba El Zorzal Criollo.