La prensa siempre ha tenido una activa participación en la vida política del país y bien que lo sea. Cada quien es libre de defender intereses válidos sin que ello signifique el ataque artero y mentiroso.
El Comercio por años ha tenido una abierta confrontación con el APRA, con breves intervalos de pausa. El antiaprismo del decano lo llevó a aplaudir el golpe de 1962 que impidió que Haya de la Torre asumiera la Presidencia.
Otros diarios que ya no existen como La Prensa y La Crónica apoyaron en su momento al Pradismo o al Odriismo. Todos lo sabían. También apareció el diario de corte popular Última Hora, hermano de La Prensa, la cadena Correo del difunto magnate pesquero Luis Banchero que a no dudar pretendía que fuera una plataforma para su pretencion política y otro diario popular de gran impacto como OJO. Años antes surgiría también Expreso y Extra de Mujica Gallo que luego pasarían a manos Manuel Ulloa, en los 80s, convirtiéndose en vocerod del acciopopulismo.
La noche de la prensa peruana surge con la intervención del Velascato en Expreso, Extra y La Crónica en los 70s y luego la vil expropiación de toda la prensa en 1974.
En los 80s aparecieron diarios de tendencia comunista como El Diario de Marka, La Voz, La República y La Razón y otros que por un tiempo breve permanecieron en el mercado como el recordado Observador.
Cada quien compraba su diario favorito y por cierto compartía su línea editorial.
Ya en los 90s surge el último intento de editar un diario serio y con opinión como fue El Sol del magnate minero Marsano que no pudo sobrevivir a su trágica muerte así como la aparición de diarios de economía y negocios de los cuales sólo se edita Gestión.
A fines de los noventas surge un proyecto de prensa afín al Fujimorismo encabezado por el diario La Razón que se publica aún pero con una trayectoria variada.
Luego ya a inicios del presente siglo reaparece el diario Correo y surge Peru21 que en sus primeros años se convirtieron en propuestas ideológicas de la derecha liberal así como un diario de corte popular como Trome pero que destila sangre y escándalos. Con ellos surgiría los diarios deportivos como El Bocon, Depor, Libero y Todo Sport.
Como hemos dicho toda propuesta es respetable pero no aquella que pretende parecer "objetiva e independiente" cuando hemos constatado cómo se vendieron sus líneas editoriales primero de manera subrepticia y luego bajo la sútil careta de la publicidad estatal.
Creemos que la libertad de expresión es un derecho inalienable pero que no se debe confundir con campañas de odio y mentiras así con el manejo de primeras planas y columnas interesadas. Recordemos nomás un político que con total desparpajo defendía y alababa a Odebrecht en julio del 2014, meses antes que se destapara el nauseabundo basurero.
Desgraciádamente, hoy en día salvo Expreso la prensa ha sido capturada por agendas aberrantes vinculadas al caviaraje y a sectores comunistas; habiendo por tanto espacio para diarios que expresen el sentir de un sector conservador sea en una versión de opinión o de corte popular como alguna vez lo fueron Extra y Última Hora.
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