El Perú ha vivido casi dos años de sobresaltos que ocasionaron grandes problemas a nuestra Patria. Los responsables de la existencia del ladrón comunista Castillo siguen sin asumir su responsabilidad, desde aquellos que promovieron su candidatura, aplaudieron su triunfo fraudulento, avalaron su "gobierno", robaron junto con él y lo apuntalaron hasta su caida el 7 de diciembre y hoy pretenden "incendiar" el país para promover su regreso en medio de sangre, fuego y muertos.
Algunos de estos responsables hoy pretenden justificarse haciendo creer que esperaban que un ignorante como Castillo "aprendiera a gobernar" (Levitsky) y otros dicen no haber sabido quién era Castillo, olvidando que el periodista Diego Acuña en febrero del 2021 desnudó sus falencias e ignorancia en una entrevista y su pasado subversivo en su paso como "dirigente sindical" en la huelga de profesores del 2017.
No olvidemos tampoco que Castillo y su vicepresidente Dina Boluarte, hoy Presidente por sucesión constitucional, postularon enarbolando "un plan de gobierno" comunista al cual convalidaron a lo largo de la campaña del 2021.
A todos los responsables de la desgracia que vivimos a lo largo de casi dos años hay que agregar a los que callaron cobardemente y a quienes justificaron su apoyo diciendo que "era menos malo que su competidora Keiko Fujimori". Cómo olvidar a los electores que votaron por un comunista o dejaron de votar en una actitud "alpinchista"; a los "empresarios, intelectuales, militares en retiro y periodistas que apoyaron al comunista a cambio de unos mendrugos. Si hasta anunciaban "con loco entusiasmo" que Castillo se quedaba hasta el 2026 "para cumplir su mandato constitucional". ¿Ingenuidad o estupidez cómplice?
Se sabía la influencia terrorista de Castillo, su ignorancia, sus raterías desde el antes de asumir en julio del 2021. Se demostró que fue un vil copiador plagiador de tesis pero muchos no movían una ceja.
Alrededor de Castillo se creó un personaje falso y mentiroso consuetudinario. Decía ser maestro y nadie sabía quiénes fueron sus alumnos; decía ser rondero y campesino y nadie lo recordaba como tal. Hasta ahora se encubre su calidad de ladrón e incapaz diciendo que se le cuestiona no por ser tal sino sosteniendo que todo es parte de "ataques clasistas y racistas".
Los que hoy pretenden desatar otra algarada terrorista lo hacen pretendiendo cosechar el odio que Castillo y sus cómplices sembraron a lo largo de dos años. Frente a ello no hay dialogo que valga. A los terroristas y ladrones se les combate con la Ley y con mano fuerte. La señora Boluarte ya debe dejar de seguir dando pretextos y actuar. No es posible que el 60% de altos funcionarios (según un estudio de El Comercio) provenientes del gobierno incapaz y corrupto castillista siguen atornillados en el Estado.
Basta de seguir enarbolando banderas secesionistas y contrarias al Orden Constitucional. Cerrar de una vez por todas las pretensiones de una Asamblea Constituyente castrochavista y combatir con la Ley a todos aquellos que se valen de la Democracia ("pelotudeces democráticas" según el comunista Bermejo) para destruirla, entre ellos congresistas, gobernadores regionales y alcaldes.
Además de quienes como en los aciagos a los 80s pretenden valerse de "libertad de opinión y de prensa" para difundir un proyecto de odio y muerte.
Castillo fue "un desgraciado accidente" pero no olvidemos a quienes hicieron posible su vigencia y cuando se le ponia en evidencia, sus cómplices pedian "pruebas o que se le investigara" hasta que apareció la valiente Fiscal de la Nación Benavides junto con la lucha de patriotas y el trabajo de una prensa libre; quienes logramos derrotar a este ladrón comunista.
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