Tras 497 días de incapacidad y raterías el comunista Castillo dió su último y definitivo paso en falso al intentar un golpe de estado, cuyo desarrollo aún está por esclarecer.
Lo acaecido poco antes del mediodía era impensable sobre todo al no contar con ningún apoyo salvo el algunos incondicionales sobones. Ni las Fuerzas Armadas, ni la Policía Nacional ni ninguna Institución ni menos de la mayoritaria ciudadanía apoyaba a este ratero. Hasta el caviaraje y la prensa guaripolera ya no lo apoyaba (incluyendo un enano moral y un disforzado imitador de Bayly).
Sin embargo, días antes Castillo había recibido "el apoyo" de un fantoche de misión organizada por la OEA dizque para protegerlo de un eventual "golpe de estado" y del presidente de la Comisión Episcopal que recibió a Castillo y su entonces Primer Ministro Torres. Incluso el diario Gestión había titulado que "los enpresarios creían que Castillo cumpliría su mandato". Cuándo no la derechita cobarde y cómplice del comunista.
Con este apoyo externo e interno, al que se sumó la campaña de odio a través de los llamados "gabinetes descentralizados", Castillo creía que estaba fuerte. Pero las imparables denuncias de corrupción, las acusaciones de colaboradores eficaces y el valiente trabajo de la Fiscal de la,Nación y su equipo habían logrado abrir un boquete desde donde no tardaría de abrirse paso el desagüe de la corrupción el que finalmente arrastraria a Castillo y sus cómplices.
No podemos dejar de mencionar a los patriotas que marchamos incansablemente, a la prensa independiente y un grupo de políticos y congresistas; y por supuesto las Fuerzas Armadas que cumplieton con su rol constitucional.
Aquel 7 de diciembre amaneció con la renuncia del Comandante General del Ejército, la citación de un colaborador eficaz en la Comisión de Fiscalización (la noche anterior Phillip Butters había puesto en evidencia las declaraciones de aquel en su programa COMBUTTERS ) y en horas de la tarde el ladrón Castillo iba a ir sl Congredo para afrontar un pedido de vacancia (el tercero) aunque se preveía que no habían los 87 votos necesarios para aprobarla.
Dicho esto aun queda la duda sobre el por qué Castillo realizó una acción que estaba condenada al fracaso. ¿ Quizás el temor de que salieran las pruebas contundentes que verificaran las denuncias de corrupción? Aún nadie , salvo Castillo, está detenido por el efímero golpe que duró casi 100 minutos. Ni su Primer Ministra Chávez ni su asesor, el desquiciado Torres. Las hordas violentistas que Castillo pensaba movilizar en su defensa nunca " aparecieron" y "los fieles" sobones saltaron como ratas del barco que empezó a hundirse. El apoyo al Congredo por parte de las Instituciones y la proclama del Alto Mando de las Fuerzas Armadas sellaron el destino del Perú.
¿Quién o quiénes fueron los autores intelectuales drl golpe? ¿Quién redactó la proclama golpista leída por un tembloroso aprendiz de dictador? Ya se sabrá. La cárcel le espera.
El fin de Castillo ocurrió con su vacancia (103 votos a favor), su posterior detención y carcelería. A las cuatro de la tarde Castillo era un reo y su sucesora ya era la primera mujer presidente del Perú.
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