Como en el pasado siempre habrá quienes nieguen la existencia de un proyecto terrorista que amenaza la seguridad y la continuidad de nuestra Patria. Así fue en 1980 ("son abigeos"); lo es hoy ("es legítima protesta").
En los años 80s el estallido del accionar subversivo tuvo sus antecedentes en la revolución castrista y en "la exportación" de este modelo (guerrillas de 1961 y 1965); en la ruptura del partido comunista en 1964 en sus dos variantes (pro moscovita y pro china) y en acciones de infiltración en universidades y sindicatos así como en robos de polvorines, tomas de tierras y movimientos escolares (Huamanga, 1969) y universitarios (en la fallida reforma universitaria de los años 70s). Todo ello tomó casi dos décadas hasta que se inició la llamada "guerra popular" de sendero en 1980 y "la insurgencia" del MRTA en 1984.
El Estado y sus Instituciones no estuvieron preparados para afrontar la subversión terrorista, quien apelando a un mensaje milenarista (en el caso de sendero) y de una propuesta más cercana a la llamada "nueva izquierda" (mrta) llevaron al Perú a un baño de sangre que duró casi 17 años.
En aquellos años una Democracia "boba" permitió el avance del terrorismo; pese al accionar de las Fuerzas Armadas y a las tres instituciones policiales (GC, PIP y GRP) el Perú iba camino al abismo. Ni la justicia ni la clase política supieron enfrentar el accionar terrorista.
Hoy la cosa ha cambiado pero estamos las mismas que hace 43 años. Vuelven los aliados del terrorismo y la Sociedad es incapaz de enfrentarlo con decisión. La Policía y los organismos de Inteligencia hacen su parte pero hay quienes promueven y apoyan el accionar terrorista. Habrá quienes nieguen su presencia pero cómo llamar a las algaradas subversivas, quizá con otras metodologías, con el apoyo de nuevos actores (como el narcotráfico, la minería y tala ilegales, contrabando y otras actividades delictivas) y un mensaje antisistema (menos ideologizado pero igual peligroso).
No dudamos que la Policía (en especial la DIRCOTE) tiene mapeados a los terroristas (a diferencia de los 80s) pero como en el pasado no hay voluntad política para combatirlos y los avances tecnológicos permiten una articulación más fácil y la difusión de su ideología perniciosa.
Las leyes y el Sistema Legal vuelven a fracasar (esfuerzos de operativos policiales como Perseo y Olimpo se ven frenados por la lentitud y falta de decisión política) e incluso el propio Tribunal Constitucional vuelve a caer en la estupidez de permitir la participación en la vida política de los terroristas que han cumplido con purgar sus sentencias. Un sinsentido.
Las recientes acciones en el sur y centro del Perú vuelven a poner en entredicho la existencia de un proyecto subversivo comunista. No hay duda que a éstas se suma un proyecto político que termina teniendo no una sino varias cabezas (movadef, el militarizada partido comunista, sindicatos como el fenatep y otras fachadas). No dejemos de escuchar a expertos como el General (r) PNP Baella quien es citado por Jaime de Althaus quien reseña la existencia de decenas de bases subversivas a nivel nacional.
Hoy no queda sino enfrentar el peligro que se cierne sobre el Perú. Si se requiere legislación ad hoc, habrá que elaborarla. Proscribir a todos aquellos que promuevan el terrorismo es un imperativo. No podemos ser tan babosos de "aceptar" que hay que "respetar los derechos" de quienes no reconocen el Orden Constitucional. Los derechos existen si se cumplen los deberes. Menos aún debemos aceptar el reciente fallo del Tribunal Constitucioal que "da luz verde" a los terroristas que han cumplido su condena para que postulen a cargos de elección popular, formen partidos políticos y puedan trabajar en el Estado (¿en el Poder Judicial? ¿como maestros o catedráticos? ¿o quizás en Palacio de Gobierno?
No esperemos que el Perú vuelva a arder para actuar. Con el terrorismo comunista no se conversa ni se negocia.
Buenos días Don TRIBI, AQUI falta desicion política y la Presidente no está preparada, más que todo dijo ser de una IZQUIERDA MODERADA, desde que fue nombrada Jefa de Estado, NO HA CAMBIADO LAS CABEZAS DE ENTIDADES IMPORTANTES que fueron puestas por el VACADO GOLPISTAS, esto denota inseguridad y mano dura, ya los terroristas que están detrás de estas algaradas deberían de estar DETENIDOS. Nuestro querido PERÚ está comenzando nuevamente a repetir lo que ocurrió en los 80.?
ResponderBorrarEs momento de actuar en forma quirúrgica contra los que dirigen estas acciones terroristas, y no ceder ante la izquierda radical, la respuesta debe ir acompañada de diálogo y mano dura, se requiere apoyo político urgente.
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