viernes, 13 de enero de 2023

GOLPE MORTAL

 


Hará unos días leí un acertado comentario sobre cómo importantes destinos turísticos habían salido de la mira de los operadores mundiales y por ende de los países emisores de turistas. En particular se referían a Beirut y Acapulco, víctimas de la guerra y de la violencia del narcotráfico respectivamente.

Al respecto y en atención del clima de violencia terrorista que vivimos en el sur peruano, el mencionado comentario se refería al eclipse de Machu Picchu como destino pese a lo maravilloso que es. Sin embargo esto no es de ahora. En forma permanente los cusqueños se han venido "disparando a los pies" con permanentes bloqueos de la vía del tren, paros y algaradas.

El Perú tras el terrorismo de los años 80s y parte de los 90s logró resurgir y ello conllevó grandes inversiones privadas en infraestructura hotelera, renovación del servicio de trenes, en restaurantes y una serie de servicios conexos que originaron un círculo virtuoso de riqueza que incluyó a grandes y chicos, artesanos, artistas, taxistas y un sinnúmero de actividades. Cusco vive del turismo. Por cierto Cusco no solo es Machu Picchu sino incluso nuevas rutas como la ya famosa Montaña de Siete Colores.

El primer golpe vino con la pandemia. La gran mayoría de empresarios (chicos, medianos y grandes) colapsó y lo primero que hicieron es recurrir a la ayuda del Estado. Sin embargo tras ello el futuro se veía esperanzador pero vino la violencia terrorista que borra cualquier posibilidad en los próximos años. El 80% de reservas ha sido anukada. El 2023 está perdido y también el 2024 (las reservas se hacen hasta con un año de anticipación. Nadie en su sano juicio pensará pasar sus vacaciones sabiendo que quizás quede atrapado en el fuego y destrucción terrorista. Así de trágicas se presentan las cosas.

A Cusco y Machu Picchu va el 80% o más de turistas siendo parte de la ruta sur junto  con Puno y Arequipa (a los que se suma Tambopata y el Manú) y el hub, Lima . Ya, con mucho esfuerzo se habían posicionado la ruta Nororiental así como la Norte, incluyendo las playas de Tumbes y Piura. Huaraz seguía siendo el destino de los andinistas e Iquitos de los amantes de la Naturaleza. 

Cusco no será el único damnificado. Cuando un turista elige, elige un país; en este caso el Perú, por lo que la desgracia será para todos los peruanos. ¿Eso es lo que buscan los violentistas? Claro que sí. El comunismo busca crear pobreza y violencia para a partir de ello destruir  un país y luego vender "un paraíso" que no es sino dictaduras como en Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia.

Entre tanto en Puno ya tendrán tiempo para arrepentirse. La Fiesta de la Virgen de la Candelaria no se llevará a cabo con lo que ello representa para la economía regional. Los puneños quedarán más atados a la ilegalidad del narcotráfico, la minería informal, la trata de personas y el contrabando o simplemente sometidos a la esclavitud en manos de organizaciones criminales.

Estamos a tiempo de torcer nuestro destino. Para ello o la Presidente Dina Boluarte se amarra la falda o da un paso al costado , asumiendo un gobierno de Transición y Salvacion Nacional con un horizonte hasta el 2024 que permita pacificar el país y sentar las bases para un periodo constitucional que cimente lo hecho hasta el 2029, como mínimo. Dejémonos de legalismos. El Perú está a punto de ser inviable. No hay otro camino.

Es ahora o nunca¡


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