Es inconcebible que haya gente ("la danza de las ratas" según el periodista César Campos) que siendo responsables de la actual situación que vive el Perú se atrevan a "hablar y dar recetas" para frenar la violencia subversiva.
Estamos en un punto en el que ha estallado la temida guerra civil que con gran visión alertaron el mencionado periodista Campos así como Fernando Rospigliosi, Hugo Guerra y Luis García Miró. Los culpables de haber alentado esta situación deberán afrontar sus culpas ante la Justicia. No deben estar un minuto más libres gente como el desequilibrado abogado Anibal Torres ("correrán ríos de sangre") y diversos cabecillas enquistados aún en el Estado, incluso en el Congreso de la República.
El camino no es otro que la represión a la subversión terrorista. A la Presidente Boluarte no le debe temblar la mano para ordenar a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional que restablezcan el orden y aseguren la Integridad y Soberania. Luego será el momento de la pacificación y del diálogo con aquellos que quieren un futuro en común, respetando el Estado de Derecho.
Ya lo hemos señalado. La algarada terrorista no solo es promovida desde el frente interno (la delincuencia expresada en diversas actividades económicas al margen decla legalidad) sino desde el Foro de Sao Paulo a través de peones bolivianos y agentes de otros países.
Desde horas de la mañana el Primer Ministro irá al Congreso a "pedir confianza". No hay duda alguna que hay que dársela, pero para ello se le debe exigir mano firme. La Presidente Boluarte debe salir al frente y declarar de una vez por todas Estado de Sitio.
Hoy se espera que el terrorismo continúe con su ofensiva, no solo en Puno sino en Cusco y Ayacucho. Frente a ello no vale vacilar. A enfrentarlos como la situación lo amerita.
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