AGENDA DE CORTO PLAZO

 

Tras el fracaso comunista de incendiar el país  no podemos bajar la guardia y ser "magnánimos" con los enemigos del Perú.

Pensar que ya pasó el peligro y que debemos abrazarnos con los senderistas y sus cómplices  solo nos traerá consigo que recibamos una puñalada a traición. 

No podemos negar que hay mucho por hacer, sobre todo en la lucha contra la pobreza pero ello implicará que no solo el Gobierno Nacional trabaje sino también los Gobiernos Regionales y Municipales. Basta ya de monunentos "al olluco o a la retama". Basta de raterías y que quienes deben prevenir la corrupción lo hagan o sea que la Contraloría General haga su trabajo con eficiencia y ello implica celeridad. Es hora de fumigar el Estado y la Sociedad.

Tras los llamados subversivos, la Democracia no puede seguir siendo "boba". A aquellos cabecillas y promotores de la secesión, de la violencia subversiva, del delito organizado y quienes usan el Congreso como "caja de resonancia" les debe caer todo el peso de la Ley.

La lucha contra los herederos de las organizaciones terroristas de los 80s debe sin cuartel y con mano firme; con la ley, pero si ésta es insuficiente el ejemplo de lo hecho en los años 90s es el camino. Una legislación ad hoc podría ser imprescindible para acabar -esta vez- con el terrorismo en todos los campos. Extirparlo de raíz es una necesidad imperiosa. No hacerlo, tarde o temprano, trae consecuencias como las que vivimos hoy en día

Ayer hablábamos de "la batalla cultural". La Sociedad deberá combatir aquellas agendas de odio, aberrantes y de muerte; desde los hogares y las escuelas. No debemos permitir que gente infiltrada en escuelas, universidades, medios de comunicación y espacios culturales sigan envenenando a los niños, jóvenes y en general a los ciudadanos.

Con el terrorismo y sus cómplices no se dialoga ni se negocia; se le aplica la Ley y la mano dura