miércoles, 18 de enero de 2023

LIVING IN A GHOST TOWN

 


Ayer escuchamos de boca de la Presidente Boluarte un tremendo sinsentido cuando llamaba a los "protestantes" a ocupar Lima "en paz". ¿De la misma manera en que lo han hecho en Andahuaylas, Juliaca o Cusco?

¿Qué pretende quien fue socia del ladrón Castillo durante 17 meses y se alejó poco antes del 7 de diciembre del año pasado? Hay que ser ingenuo o quizá formar parte -en forma asolapada- de quienes intentan destruir el Perú e instaurar una dictadura castrochavista. No hay otra explicación.  Cualquiera de los dos casos invalida la continuidad de Boluarte; diciendo esto -como bien dice Luciano Revoredo- sin temor a ser señalado como políticamente incorrecto. Ya es hora que los cojudinos abran los ojos y entiendan que el camino no es ni la cobardía ni "las manos Nivea".

Bueno fuera que hubiera alguna coincidencia con los violentistas o con quienes avalan con su silencio o pretendida justificación. Con ellos no hay nada que conversar ni sobre qué ponerse de acuerdo. Por tanto creer que se puede negociar una tregua o una agenda mínima en favor del Perú es simplemente caer en el juego de los comunistas, sus cómplices y los tontos útiles; herederos de los responsables de la destrucción en los que sumió al Perú el terrorismo en los aciagos años 80s y parte de los 90s.

Por ello es hora de un acuerdo entre los peruanos patriotas que busque una Transición que implique la lucha frontal contra el comunismo y la fumigación del Estado de elementos supérstites del vizcarrismo, caviaraje y castillismo corruptos e incapaces.

Los peruanos debemos ser conscientes que el único camino viable es el desarrollo en libertad. No es posible ello si las empresas privadas no tienen la seguridad jurídica ni un entorno en paz. Que no sea así tiene como correlato infaustas noticias para el sector turístico y todo el círculo virtuoso que gira alrededor de él como el anuncio de la suspensión indefinida de operaciones de Perú Rail. Ya lo habíamos dicho, sin Machu Picchu, el Perú y en particular el circuito sur se hundirá en el desastre económico. Levantarnos de esto tomará tiempo. Miles de puestos de trabajo directos e indirectos se perderán. ¿Serán conscientes de ello los cusqueños? El distrito de Machu Picchu se convertirá en "pueblo fantasma" y quizá sea motivo para que los Rolling Stones vuelvan a cantar sobre los que es vivir en un "ghost town".

¿Estaremos a tiempo para revertir esto? Creo que sí. Señora Boluarte váyase ya y que un gobierno constitucional de verdadera transición con el General Williams asuma el destino del Perú.

El Perú NUNCA será comunista¡

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