Hoy el diario Expreso publica una grave denuncia contra principales mandos de nuestro Ejército quienes estarían involucrados en una aparente grosera manipulación de los ascensos en esta institución.
Realmente sería lamentable que un general de gran predicamento como el General Ojeda Parra (ex Comandante General y actual Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas) sea responsable por acción u omisión. Sin embargo su nombre y honra ya están manchados sin una investigación que haya concluido indubitablemente en su responsabilidad y las de otros oficiales encargados del proceso de ascensos.
Destaca la denuncia de un general, ya en situación de retiro, que dice haber sido perjudicado en el proceso de ascenso indicando haber sido uno de los mejores y merecedor de su "tercera estrella".
Es de urgente necesidad que la Comisión de Defensa y Orden Interno del Congreso de la República inicie una investigación que determine responsabilidades, si las hubiera. Es realmente preocupante que una Institución como nuestro Ejército se vea envuelta en una denuncia de este tipo que pone en riesgo su estabilidad.
No es la primera vez que surge una denuncia como ésta, en muchos casos es lo que se llama "el derecho de pataleo", una irresponsable forma de enlodar algo que no favoreció a los denunciantes.
Es sabido que la carrera militar empieza desde el proceso de admisión a una escuela de formación. Desde el primer cuadro de mérito, pasando por su instancia en la Escuela (antes cuatro años y ahora cinco), los cadetes son evaluados y al concluir su formación egresan como parte de una Promoción en un orden de mérito, siendo "el más antiguo" el Espada de Honor ("el número 1").
A lo largo de la carrera son evaluados por diferentes jefes, un porcentaje pasa "al retiro" durante los años de actividad de su Promoción, solo unos pocos alcanzan el maximo grado de General de División (en el caso del Ejército) y por lo general solo uno por Promoción llega a Comandar la Institución y otros dos ocupan los otros cargos de importancia (Jefe de Estado Mayor e Inspector General). Es una "carrera de largo aliento" en la que al final se dan resultados que son producto de méritos diversos a lo largo de más de 40 años de servicios. Estos méritos no son solo académicos, sino acciones distinguidas, participación en eventos importantes, cursos de especialización, menciones de honor y otros. No necesariamente el mejor termina siendo el "más chancón" sino el que mejor hizo las cosas a lo largo de la carrera en todos los aspectos. Ello es parte de la Cultura Organizacional del Ejército.
No olvidemos que para llegar al más alto cargo dentro del Ejército el Presidente de la República tiene el poder discrecional de escoger dentro de una terna (los primeros en el escalafón).
Por el bien del Ejército y de nuestra Patria esperamos que se esclarezcan estas denuncias y sean sancionados drásticamente los acusados -de probarse sus faltas- o los denunciantes, si no hubieran obrado con la verdad.
No hagamos que el comunismo y sus aliados aprovechen "el pánico" para destruir nuestras Instituciones.
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