¿EXCLUSION?

 

Realmente ya uno no sabe si reír o llorar cuando lee a uno de esos caviarones diciendo que la construcción de la Alameda de Chabuca Granda en el terreno que ocupaba el antiguo Polvos Azules era una expresión de "exclusión y racismo".

Quizás ya muchos no recuerdan lo qué era ese emporio comercial donde imperaba la suciedad y el desorden, lo que finalmente propició un incendio en sus instalaciones (incluyendo conexiones eléctricas clandestinas).

Cómo olvidar -entre los que tenemos buena memoria- cómo era el Centro de Lima antes de que Alberto Andrade sea Alcalde de Lima. El Jirón de la Unión era un mercado persa, la avenida Abancay llena de puestos de venta de comida encementados, las plazas era refugios de gente mal vivir y el céntrico jirón Uruguay estaba lleno de cevicheros de dudosa calidad.

Lima era maltratada por diversos inmigrantes que poco les importaba su limpieza y orden y decir eso no tiene nada de "racismo" sino la pura verdad.

El Alcalde Andrade puso orden y realizó un gran trabajo para recuperar lo que se conoció como Centro Histórico. Sus balcones y muchas casonas virreinales y republicanas recobraron su anterior esplendor, recuerdo que a algunos les saca roncha pues le llaman "clasismo".

Es la estupidez de aquellos "revolucionarios" que tienen bien forrada la billetera y lanzan arengas prosenderistas en algún bar barranquino.

Lo cierto que pese a las críticas, aún falta mucho por hacer como cumplir las normas, en primer lugar; terminar de remodelar la Plazuela de San Francisco, de peatonalizar las calles del Centro, que el Pasaje del Correo recobre su prestancia, que las casonas destruidas por sospechosos incendios vuelvan a lucir y el local que deja Ripley (ex Palais Concert) vuelva a ser un gran centro cultural; entre tantas obras pendientes.

Lima deberá a volver a recobrar su prestancia pese a algunos delirantes que viven en la ciudad pero odian su grandeza.