El triunfo de Alberto Fujimori en junio de 1990 fue el inicio de una serie de acontecimientos que explican lo que sucedió meses después el 5 de abril de 1992.
El camino que emprendió el aún electo presidente fue difícil y de aprendizajes en el que diferentes personajes tomaron parte como el entonces Secretario de la ONU Javier Pérez de Cuéllar y una especie de Cicerón, Hernando de Soto que lo condujo en las intrincadas relaciones internacionales, desconocidas entonces por Fujimori.
La visita a New York y luego a Japón, que incluyó una estadía en Kawachi, tierra de sus padres; marcó el inicio de un cambio de mirada respecto a qué hacer para solucionar la grave crisis heredada. Ello originó una ruptura con su anterior equipo económico.
Los días previos a su juramentación como Presidente tuvo también quiebres en el frente interno (del movimiento que lo llevó a la Presidencia). El enfrentamiento entre tres sectores (el evangélico encabezado por Víctor Honma; el ala cercana a él con Andrés Reggiardo y Víctor Paredes y una tercera minoritaria encabezada por Máximo San Román) trajo como consecuencia que Reggiardo lograra imponerse.
Como en todo proceso previo al inicio de un gobierno, se vocearon diversos nombres para conformar el primer gabinete. Finalmente un inexperto Fujimori comenzó a tomar decisiones y a moverse en las arenas movedizas de la política. La prensa de entonces comentaba un "romance" con el APRA a la par que nombró tres ministros de la izquierda barrantista (Amat y León, Helfer y Sánchez Albavera).
Otro sector de la prensa criticaba el acercamiento con los militares y "la militarización" del sector Interior (el primer ministro de esa cartera fue un militar). Sin embargo el Presidente Fujimori sorprendería cortando cabezas en los altos mandos. En algún momento, se rumoreó un posible "golpe".
Las Cámaras fueron presididas por Víctor Paredes (Diputados) y Máximo San Román (Senado). La impericia de Paredes incluso permitió que el comunista Javier Diez Canseco fuera parte de la Comisión de Inteligencia, cuya participación fue criticada por los militares al considerarlo cercano al terrorismo.
Cuando todos creían que el próximo Ministro de Economía fuera designado entre una terna cercana al SODE; el Presidente Fujimori designó al hasta entonces acciopopulista Juan Carlos Hurtado Miller quién el 8 de agosto anunció las medidas del llamado Fujishock, las mismas que fueron duras contra lo que se voceaba (un programa gradual o de "bajo voltaje"). Cabe destacar que al finalizar el año hubo unos ajustes al plan original. Ya sectores sindicales vinculados al Partido Comunista (CGTP) y apristas (CTP) comenzaron a convocar a paros, huelgas y movilizaciones.
En un escenario en el que se profundizaron algunas grietas (con ambos vicepresidentes Máximo San Román y Carlos García) y con el agravamiento de las acciones terroristas (que incluyeron el asesinato del primer juez César Ruiz Trigoso quien condenó al terrorista Osmán Morote, el asesinato del diputado oficialista Alejandro Victoria, diversos atentados y el intento del diputado de Cambio 90 Gerardo López de negociar con el MRTA); las cosas comenzaron a pintar mal.
El Parlamento inicialmente aprobó la delegación de facultades pero con plazos recortados; a ello se sumó la discusión del Presupuesto y el bloqueo en el Banco Central por un sector opositor encabezado por el actual Presidente de esta institución Julio Velarde. Así mismo una tímida Reforma Tributaria trajo consigo -es posible- que el Presidente Fujimori empezará a convencerse que el camino para sacar al Perú del hoyo no era precisamente el que se avizoraba. En el interín dos ministros izquierdistas (Amat y León y Helfer) habían renunciado.
Un hecho, que a mí entender fue clave, fue la negativa en el Congreso para que la iniciativa de juzgar a los terroristas en el Fuero Militar fuera aprobada. Al ser una Reforma Constitucional, requería que se aprobara en dos Legislaturas Ordinarias (cabe señalar que éstas se iniciaban en el mes de agosto, por lo cual recién en 1991 podría volver a verse en el Congreso y "con suerte" ser aprobada en 1992 y entrar en vigor, sabe Dios cuándo.
El Perú ardía y había que "respetar los plazos constitucionales".
El Presidente Fujimori comenzó a fustigar a jueces, a la burocracia y al congreso. El camino rumbo al 5 de abril de 1992 se había iniciado.
No olvidemos que tras 100 días de gobierno, el Presidente Fujimori tuvo una aceptación del 59% y una inmensa mayoría aprobó aquella dramática decisión.
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