viernes, 13 de septiembre de 2024

VERDADES A MEDIAS SON TAN MALAS COMO LAS MENTIRAS

 


Tras la partida hacia la Eternidad del Presidente Fujimori algunos vuelven a repetir mentiras y peor aún verdades a medias.

Ello es entendible solo como consecuencia de odio e intereses subalternos. Qué hoy algunos que representan 27 años de incapacidad lo digan se entiende por ser responsables de la destrucción permanente de las bases de la República desde el fallido primer gobierno del Presidente Belaúnde,  germen del maligno Septenato, los insuficientes esfuerzos de la Segunda Fase y una fatídica Década Perdida (otro fallido gobierno belaundista y un irresponsable primer gobierno del Presidente García).

Todo ello llevó al Perú al filo del precipicio "gracias" a que ni Belaúnde ni García quisieron ni pudieron desmontar un fatal estatismo que favoreció solo a "apóstoles" y a un grupo privilegiado de políticos y que tampoco tuvieron el coraje para enfrentar la sangría terrorista en los años 80's.

Así llegamos al 8 de agosto de 1990, día en el que con el liderazgo del Presidente Fujimori se tomó la decisión de aplicar un Programa Económico, no importando finalmente quién lo elaboró sino quien tuvo el coraje de cambiar el rumbo de la Historia. Es por ello que resulta deleznable que algunos quieran ser "los papás de Tarzán", poniéndose a la cabeza de esa gran transformación. Frente a ello, el Estado tuvo respuesta en los Programas Sociales que mitigaron los efectos de las decisiones económicas de aquel 8 de agosto.

Otra verdad a medias es que algunos quieran ningunear la derrota del terrorismo y considerarla como una consecuencia de "lo hecho antes" (incluyendo la creación del GEIN al final del primer gobierno de García). Nada hubiera sido posible sin una nueva Estrategia Antisubversiva (Desarrollo Social, Inteligencia, un nuevo Marco Jurídico y Represión Selectiva) pero sobre todo por la valentía y decisión para tomar una decisión dramática como lo fue la tomada el 5 de abril de 1992 que dió origen al Gobierno de Emergencia y Reconstrucción  Nacional que duró hasta el 3 de enero de 1993, fecha que inicia funciones el Congreso Constituyente Democrático (CCD).

Como bien dice el ex Canciller Tudela, esta decisión fue convalidada no solo con la elección del CCD en noviembre de 1992 sino con el Referéndum con la que se aprobó la nueva (y actual) Constitución.

El gobierno del Presidente Fujimori no fue "una dictadura" sino un gobierno que ejerció la autoridad conferida legítimamente en tres elecciones (1990, 1995 y 2000) con la que Reconstruyó y Construyó. Decir que los resultados de la lucha contra la pobreza en esa Década Virtuosa fueron "pobres" es una mentira tremenda;  sino cómo explicar que el Perú pudiera sobrevivir a la hiperinflación.

Está mentira no tiene base alguna pues un solo dato lo desmiente: 3000 colegios construidos en 10 años; alguien que ningún gobierno hizo.

Verdades que no se dicen y mentiras que algunos sostienen con vileza como la desmentida "renuncia por fax" o "los robos de lingotes de oro y de los recursos de la privatización", nada de ello probado tras "investigaciones" de todo tipo y son repetidas amparándose en "el me dijeron o dicen que". 

A todo ello sumemos la Paz con el Ecuador, el sunnú me raro de obras hechas y la transformación de un país quebrado en uno viable.

Han pasado 24 años y pese a los augurios de algún analista que sostiene que "pasarán lustros y el recuerdo de Fujimori se diluirá", todo queda reducido a un cálculo de algún interesado "deseo". Han pasado ya casi 5 lustros y su recuerdo sigue vivo, lo que se demuestra con la multitudinaria despedida que se le viene brindando al Presidente Fujimori.

Los errores cometidos serán motivo de un análisis que el tiempo dará la objetividad que el tema requiere.

Fujimori Vive y VIVIRÁ EN EL CORAZON DE MILLONES DE PERUANOS.

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