Ayer Israel y el mundo recordamos a las víctimas de los atentados terroristas ocurridos el 7 de octubre del año pasado.
No pretendo ser ni imparcial ni tampoco tonto útil del terrorismo financiado abiertamente por Irán y asolapadamente por otros enemigos de Israel, país que puede seguir existiendo solo por la decisión y valentía de su pueblo.
Tomo partido por la causa israelí porque admiro a ese pueblo que "duerme con un ojo abierto" y con un fusil cerca a sus manos. Es un pueblo que cumple con su deber de velar por la seguridad de todos haciendo el Servicio Militar con pocas excepciones.
Pese a lo execrable de lo ocurrido hace un año, producto de lo cual aún hay personas secuestradas y otras que lo estuvieron ya han sido asesinadas y sus cuerpos nunca han sido devueltos a sus familiares, en varias ciudades del mundo "libre" hubo manifestaciones "celebrando el ataque a Israel". Que estupidez que ello se permita apelando a "derechos y principios" que los terroristas y sus cómplices no creen.
Israel vive en un estado permanente de guerra con la amenaza de ser desaparecido. ¿Que país o persona podría vivir tantas décadas bajo esta amenaza? No olvidemos que ello no son simples amenazas sino hechos sangrientos como los ocurridos hace un año, hace 52 años en Munich, otros tantos como en Entebbe y ataques terroristas en donde mueren gente en paraderos, cafés u cualquier otro lugar
Tras lo ocurrido en estos últimos meses que no es sino algo tan simple de entender cómo el legítimo derecho a defenderse, Israel es "condenado" por países que ya han dejado de ser lo que siempre fueron y hoy han sido invadidos por miles de inmigrantes que siguen socavando su cultura.
Sin embargo no seamos ingenuos, quienes hoy piden "una tregua" no lo hacen ni de buena fe ni menos para buscar salidas de verdad pacíficas sino para "ganar tiempo" y reconstruir las cadenas de mando de las organizaciones terroristas (Hamas y Hezbollah) que han sido duramente golpeadas por Israel.
Así lo entiende Israel y por ello sigue golpeando diversos objetivos con operativos que causan bajas colaterales no por el hecho de querer ocasionarlas sino por las maniobras de las organizaciones terroristas que usan escuelas, hospitales, mezquitas y edificios multifamiliares para desde ahí lanzar ataques contra ciudades israelíes o servirse de ellas para albergar puestos de mando y otros.
Hay un dicho muy claro e Israel lo hace suyo: quieres la paz, prepárate para la guerra. Hoy la paz mundial se ve amenazada por Irán y su hidra de varias cabezas ubicadas en Yemen, Iraq, Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria y otras cabeceras de playa; de lo que haga o deje de hacer Israel con el apoyo de otras potencias depende el mundo libre y la existencia de este país.
Es hora de optar y tomar decisión; o estamos con Israel o con el terrorismo de Irán y sus lacayos. Aquí no está en discusión nuestras creencias religiosas, yo como católico así lo entiendo. Lo que está en juego es un futuro con paz y libertad.
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