Ayer al escuchar al otrora periodista y hoy apologista del movadef no me llamó la atención pero sí me indignó que "llame" a reconocer "el derecho" de esta fachada de intervenir como partido político.
Qué puede extrañar de este asalariado del Velascato y no hace mucho lamesuelas del filosenderista Castillo, al que sin vergüenza alguna fue a Palacio de Gobierno a "entrevistarlo"
¿Hildebrandt es "un tonto útil" o un asolapado soporte de una organización que funge actuar en la legalidad pero se vale de los resquicios de la ley para socavar las bases de la Sociedad?
Acaso olvidamos de lo que fueron en su momento los llamados "abogados democráticos", "socorro popular" o cómo actuaron libremente los voceros de sendero luminoso (el diario) o cambio (mrta).
¿Qué pretende Hildebrandt? ¿Emular al tonto útil Javier Valle Riestra, quién no tuvo empacho alguno en defender a los terroristas Sybilla Arredondo y al "canciller de sendero" Olaechea e intentar frenar la lucha contra el terrorismo con acciones aparentemente legales?
Este tipo no escatima mentiras para enlodar a quienes defendieron la Patria combatiendo al terrorismo pero se enreda en sus palabras y le añade la ponzoña de su odio para justificar y promover al movadef.
¿No es acaso una abierta complicidad y apología a quienes abrazan "el pensamiento gonzalo", ideología responsable de la muerte de miles de peruanos, de destrucción y dolor?
¿Hasta cuándo la Democracia será "boba" y permitirá que sujetos como Hildebrandt defiendan los "derechos constitucionales" de quiénes no creen en ellos y más bien pretenden hacer tiempo hasta volver alzar un fusil contra el Perú e iniciar lo que llaman eufemisticamente "guerra popular".
Basta ya de gente miserable que debe ser procesada como cómplice de una encubierta organización terrorista.
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