Hay un dicho antiguo que dice que hay quienes nacen "con estrella" (buena suerte) y otros, "estrellados" (sin suerte).
Uno de los primeros es el hoy Presidente José Jerí que entró al Congreso como accesitario del genocida Lagarto, impedido de asumir y menos aún de postular (aunque lo hiciera en abierta rebeldía). Luego lograría presidir en Congreso de carambola, luego de que las fuerzas democráticas no lograrán una candidatura unidaria. Finalmente, tras la sorpresiva e ilegal (a opinión de algunos expertos constitucionalistas) vacancia de Dina Boluarte fue en el que recayó el mandato constitucional para reemplazar a la vacada, pese que algunos trataron de evitar su elección.
Esperemos que esa suma de casualidades sean presagio de una gestión serena, que nos lleve a buen puerto, vale decir al inicio de un nuevo y mejor gobierno el 28 de julio del 2026.
Jerí no solo es joven sino inexperto, sin mayor trayectoria intelectual, política y de gestión publica; lo que ya hace que se prendan las alarmas y los mercados se pongan nerviosos.
Sin embargo y por el bien del Perú, esperemos que lo dicho no sea motivo para una desastrosa gestión que termine antes de julio del próximo año; algo que comunistas y caviares pretenden repitiendo la algarada que antecedió a la caída de otro Provisional, Manuel Merino de Lama.
Es perentorio señales. Una ya la dio al reunirse (y fotografiarse) con el Alto Mando de la Fuerza Armada y la Policía Nacional; otra fue ir a una cárcel y encabezar una requisa y la tercera que aún demora deberá ser la designación de un Primer Ministro y un Gabinete de gente experimentada, honesta y con pasado exitoso en la gestión pública. Esto último es perentorio, pues ya se alzan voces de desesperados "reclamando" prisa; sin embargo la demora para presentar primero al Primer Ministro y luego el gabinete completo ya es preocupante.
No podemos exigir a Jerí grandes obras pues no hay tiempo. Lo que debemos exigir es mano dura para acabar con la delincuencia; tomar las medidas para achicar el déficit fiscal y llevarnos, como ya dijimos, a bien puerto o sea al 28 de julio del 2026 la, tras elecciones limpias, imparciales y que reflejen la voluntad de la ciudadanía.
La salida de Boluarte en esta coyuntura fue innecesaria y peligrosa pero peor será si caemos en manos de comunistas que pretenden "incendiar la pradera" o peor aún que la caviarada se valga de sus voceros para impulsar otra vacancia y lograr entronizar a un "Sagasti2". En su exagerada pretensión ya promueven a "independientes" como Paredes, Pablo o Luque. Qué tal estupidez!!
Sin embargo y pese a lo dicho, no podemos dejar de estar atentos a otras veces que plantean una nueva salida ante la posibilidad de que Jerí no dure y sea otra figura quién encabece la transición. ¿Chiabra?
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