martes, 14 de octubre de 2025

MIS PASOS POR EL MUNDO GRÁFICO



A mediados de los años 90's fuimos parte de un emprendimiento vinculado al rubro editorial junto con mi hermano Roberto y un amigo, Julio.

Iniciamos editando un suplemento para un diario local y luego en forma ya independiente, publicamos una revista con un original formato,  llegando a "tirar" 10 mil ejemplares cada mes, durante casi 2 años. 

El formato que adoptamos fue el ser una revista de distribución gratuita, orientada a los lectores de Jesús María, Lince y la zona de Santa Beatriz. El contenido fue variado, dirigido a un público familiar.

Al ser una publicación gratuita, fue financiada con publicidad. Las tareas las distribuimos de acuerdo a nuestros conocimientos. En mi caso fue conseguir la publicidad, Roberto fue el encargado de producir contenidos y Julio, la parte de producción. Sin embargo, los tres hicimos también otras tareas, éramos un equipo.

En lo que a mí respecta aprendí a produmcir contenidos de tipo periodístico y lo qué eran las labores de producción. Aprendí que no era lo mismo papel 61 x 86 qué 86 x 61 o qué era el gramaje; dónde contratar los servicios de preprensa; cómo supervisar los acabados desde "el corte y refile" hasta los empaquetados y por cierto hacer el seguimiento del trabajo de impresión.

Aprendimos que se podía ahorrar subcontratado las etapas del proceso productivo en vez de contratar "a todo costo". Sin embargo aprendimos que hay ciertos ahorros que "cuestan" y mucho.

En el mundo de las micro y pequeñas empresas del sector editorial "hay de todo". Con el tiempo aprendimos que había papeleras que vendían papel a buen precio y calidad acorde pero había también de aquellas que "cabeceaban" el papel y buena parte de la resma no era de buena calidad.

En el camino aprendimos y conocimos gente de primera en las diferentes etapas de la producción como El Chino, de ojo certero para el corte y refile; el señor Besada, un experto de los acabados y por cierto mi amigo César Lau, un experimentado empresario del mundo de la impresión que no solo era un "trome", sino honesto y responsable. Recuerdo que alguna vez, por un problema con "la mantilla" de su máquina volvió hacer un trabajo, sin buscar pretexto alguno. Pocos hacían esto en el mundo de Rufino Torrico, Camaná, Ica y Caylloma, en el Centro de Lima.m

A lo largo de aquellos años, aprendimos y tuvimos la confianza de pequeños, medianos e incluso grandes empresas. Recuerdo a una anunciadora que se comprometió a anunciar con la condición de supervisar nuestro tiraje. Antes y ahora muchos decían y dicen "tirar"  ediciones de varios miles pero solo "de boca". Nosotros sí cumplimos lo que ofrecimos en lo que era tiraje como en el impacto de la publicidad como resultado de buenos contenidos, impresión de calidad y distribución eficiente a un público objetivo previsto.

Pasaron los años y las publicaciones impresas "pasaron de moda" y perdieron credibilidad por responsabilidad de muchos aventureros. Hoy en día lo digital ha cambiado el mundo editorial, habiendo una oferta inmensa de publicaciones de todo tipo, pero mucho menos impresas.

30 años después vuelven estos recuerdos, experiencias invalorables, trabajar con dos "tigres" como mi mi hermano Roberto, una gran pluma, vastos conocimientos mucho. "olfato periodistico" y Julio Zamora, un capo en el mundo editorial y con un gran señor como César Lau, como dijimos no solo un empresario que hacia las cosas muy bien sino con honestidad.

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