viernes, 24 de mayo de 2019

¿INVERSION EN EL CENTRO HISTORICO DE LIMA?

Hará unas semanas se presentó un Plan para el Centro Histórico el cual contempla la peatonalización de gran parte de sus calles y la vuelta de un Tranvía como lo existió hasta casi fines de los años 60s.
Y cómo no podía ser de otra forma desde ya se ha pretendido cerrar calles al tránsito vehicular sin planificación alguna lo que ha traído no solo desorden sino una infernal congestión.
No dudamos de las buenas intenciones de quienes intentan planificar el Centro Histórico pretendiendo poner en práctica algunas ideas que no se condicen con la realidad como por ejemplo, qué se hará con el transporte de carga que provee a almacenes, tiendas y otras.
Un poco más allá del Damero de Pizarro, cruzando la avenida Abancay hasta la Colmena, hay una zona comercial que se encuentra en muchos casos cerrada por determinación de Defensa Civil. ¿Sabrán las autoridades municipales cuánto están perdiendo los comerciantes de esa zona, incluyendo el llamado Hueco?

Lo cierto que hasta ahora ningún plan ha dado resultados. Tan solo la buena gestión del finado alcalde Alberto Andrade puso en orden y se avanzó bastante en el manejo de esta zona de la ciudad.
Recuerdo mucho el día que tomó la decisión de erradicar el comercio ambulatorio en las zonas colindantes al Mercado Central. Parecía imposible. Incluso a la espalda del que hoy es el Ministerio Público había cocinas donde se salteaban platos de la gastronomía china en plena vía pública y en la Avenida Uruguay, decenas de vendedores de platos marinos hacían imposible el tránsito de los peatones pues ocupaban gran parte de las veredas de esta avenida.
No bastan  planes sino gente con la suficiente autoridad para ejecutarlos. Alberto Andrade “se compró el pleito”, lástima que tuviera poco apoyo del Ejecutivo de entonces debido a razones de índole política. Lamentablemente luego de Andrade no hemos tenido alcaldes preocupados en mejorar el Centro Histórico.

Incluso se logró desalojar a las imprentas ubicadas entre los jirones  Ica, Camaná y las avenidas Tacna y Cusco pero no hubo planes alternativos para que los locales desocupados se transformen en un gran clúster de cultura y diversión, con todas las garantías del caso.
Lamentablemente aparte de Lima Express no hay otros inversores dispuestos a invertir en el Centro de Lima. Un caso que refleja esto es la situación actual del Hotel Bolívar, por citar uno. Ya es hora que avenidas como La Colmena y Tacna recobren el esplendor que tuvieron hasta los años 70s.

Es hora de que se empiece a trabajar y que gente que sepa se haga cargo de poner en marcha lo que sesudas consultorías recomiendan. No bastan buenas intenciones sino sobre todo capacidad gerencial de los funcionarios que asuman responsabilidades.


Esperemos poder volver a pasear por una Colmena esplendorosa o ir a divertirnos como lo hicimos en los primeros años del siglo XXI cuando por ejemplo El Directorio brillaba con luz propia.

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