Otro punto que no dice ni por
casualidad es las opciones de la delegación peruana de superar los resultados
de los últimos juegos llevados a cabo en Santiago de Chile hace 4 años, donde
nos ubicamos en un lugar alejado del medallero (3 medallas de oro, 3 de plata y
6 de bronce); con el antecedente de ser séptimos en los Juegos Sudamericanos
del pasado año solo encima de Uruguay, Paraguay y Bolivia.
No tengo muchas esperanzas de que
mejoremos la cosecha de medallas en relación con los pasados juegos, muy a
pesar del esfuerzo de nuestros deportistas huérfanos de apoyo de todo tipo y
sin una verdadera Política de Estado que fomente la Educación Física de los
niños y jóvenes y menos aún que promueva el deporte de Alta Competencia, pese a algunos e
insuficientes avances si nos comparamos con países de la región como Chile y
Colombia.
Y ya que hablamos de
infraestructura, hoy fui al Aeropuerto Jorge Chávez, a dónde llegarán las
delegaciones participantes a los mencionados juegos. El acceso al primer
aeropuerto del país es una desgracia. No solo el tráfico insufrible en las horas
punta sino el estado calamitoso en que se encuentra la avenida Elmer Faucett.
¿Estará en el 10% faltante, al que se refiere el columnista citado, la
rehabilitación de esta importante arteria? Esperemos que no, pues si así fuera,
ese 10% - si no es más- nunca se ejecutará.
Dicho esto, tuve oportunidad de conversar con un funcionario de la concesionaria
del aeropuerto, Lima Airport Partners, una persona bastante amable y sobre todo
dialogante. Por supuesto que fue una
conversación off de record. Me hizo ver la importancia que el Municipio del
Callao retire los ambulantes que llenan el puente peatonal que une ambos lados
de la avenida Faucett y que la Policía sea eficiente a la hora de cuidar la
zona, donde pululan delincuentes a toda hora.
Ni qué decir de las autoridades
de la novísima Autoridad del Transporte Urbano. ¿Hasta cuándo permitirán circular buses que ya deberían haber pasado
por una chatarrera?
En cuanto a la existencia de
vendedores de pasajes aéreos y taxistas informales a la salida del
aeropuerto, no hay acciones destinadas a
erradicarlos.
En relación a las instalaciones
del mismo aeropuerto, cabe mencionar que la existencia de pocos asientos de
espera se debe a la acción de dotar más espacio
para rutas de escape en caso se produzca una emergencia sísmica. Pero lo
que sí dejé en claro es la necesidad de erradicar el bochornoso espectáculo de
gente durmiendo en el suelo mientras esperan embarcarse horas más tarde; esto
sobre todo en las noches o bien de madrugada. “Turistas” como éstos no requerimos.
Pese a ser áreas públicas, se debería poner coto a esto. Da vergüenza ajena.
En cuanto a la ampliación de las
instalaciones, poco se percibe y más bien el inicio de la construcción de la
segunda pista del Jorge Chávez, imprescindible ante la situación de trabajar ya
al 100% de capacidad instalada, aún no se concreta. Debido a ello, el Perú ha perdido el liderazgo en Sudamérica, lo que
evidentemente pone en riesgo el crecimiento del sector turismo y del
aerocomercial. Lima ha dejado de ser el hub que estaba camino a ser;
lamentablemente.
En relación a los servicios, éstos han mejorado sobre todo en la
calidad de los concesionarios de restaurantes, cafés y sobre todo en la
limpieza de sus instalaciones (incluidos baños) y a la seguridad interior.
Esperemos que las autoridades tomen nota y se mejore lo indicado.
Finalmente felicitaciones a LAP y en especial al Supervisor García, digno
ejemplo de los trabajadores de esa empresa.
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