lunes, 20 de mayo de 2019

LA QUINUA Y LA ECONOMIA DE MERCADO

En estos días tras marchas y contramarchas se ha venido discutiendo la pertinencia de la importación de quinua  de España, siendo este cereal originario de Perú. 
Se han alzado voces reclamando que se prohíba dicha importación sosteniendo una serie de razones, muchas de las cuales apuntan a una visión contraria a la Economía de Mercado.
Recuerdo mucho las clases de Microeconomía de mi recordado profesor Folke Kafka quien didáctica e irrebatiblemente nos explicaba lo dañino que eran los subsidios, las barreras comerciales y tanta distorsión que tenían algunos beneficiarios y muchos perdedores que éramos finalmente los que “pagábamos el lonche” que sabiamente Folke decía que “no era gratis”.
Eran los años 80s y por supuesto que pocos apostaban por ello sino más bien por una economía cerrada y estatista. Cuánto debimos sufrir para entender que ése no era el camino.

El Perú junto con Bolivia son los principales productores y exportadores de quinua. Sin embargo, aún no somos lo eficientes a la hora de tener mejor rendimiento por hectárea. En comparación con los españoles, los productores pequeños producen 4 veces menos por hectárea. ¿Qué hacer? La agricultura es una actividad muy riesgosa. Ya lo hemos visto en el caso de los cafetaleros de la Selva Central y ahora en el caso de los agricultores altoandinos; sin embargo, a la hora de las utilidades ellos dicen ser “´privados” pero a la hora de las pérdidas, más de uno pide que sean “socializadas”, o sea que todos pagamos la factura.

Creemos que es hora de que las diversas autoridades vinculadas al agro sepan primero en lo que están metidas.¿Cuándo será el día que gente que sepa sea llamadoapara que dé su opinión? ¿Hasta cuándo tendremos altas autoridades que no sepan dónde están paradas y decidan en un sector del cual dependen millones de peruanos?
Es hora de la Economía de Mercado pero con la intervención  promotora del Estado a través de diversos organismos como PromPeru, Ministerio de Comercio Exterior, CEPLAN (¿para algo sirve hoy en día?) y otros. No es posible que por malas políticas sanitarias y comerciales decenas de productores se vieron perjudicados perdiendo millones de soles y que sin orientación alguna, decenas de pequeños productores originaron que hubiera una sobreoferta de quinua lo que finalmente influyó en el precio (¿acaso creían que la ley de la oferta y demanda podría derogarse por decisión y voluntad de ellos?).

Desde niño comí quinua en casa aunque alguna vecina mal informada decía que era “comida para pollos” obviando el gran valor nutritivo de este cereal. Han pasado los años y seguimos con consumos per cápita en el Perú poco importantes. Incluso los mismos Programas Sociales no hacen compras significativas. Es hora que se promueva su consumo, pero de verdad y no con “embajadoras truchas”.

La quinua fácilmente puede reemplazar a la avena en los desayunos, al  arroz en los almuerzos y otros cereales o ingredientes en los postres. Ahora mismo se me antoja una Quinua tipo Risotto, una Mazamorra de Quinua con frutos rojos   y un refresco de Quinua con manzanas.


Basta de ignorancia, medio verdades e incapacidad¡

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