DIA DEL TRABAJO

Hoy Primero de Mayo recordamos las muertes de Chicago y la lucha por las “8 horas de jornada laboral”. Tiempo antes era común que los trabajadores laboraran 12 horas o más, tal como ocurre aún en la China comunista-capitalista.
A continuación desarrollo algunas ideas tomadas de la muy leida columna del gran Pepe Cevasco que publica todos los lunes en el diario EXPRESO.

Eran años de la revolución industrial y de la producción en masa de productos hasta ese entonces inimaginables.

Pasó el tiempo y se lograron variadas conquistas sociales que encarecieron la mano de obra originaron que los centros productivos se mudaran a países donde las condiciones de trabajo eran aún paupérrimas y sin ninguna protección. A la par de ello, el Estado en muchos países se convirtió en el gran empleador con las ineficiencias que ello acarrea.

De una desprotección total se pasó a una protección que no propiciaba la eficiencia y la competencia. Ambas situaciones perjudicaron a la sociedad en su conjunto.

Hoy en día a pesar que ya no hay “puestos de trabajo de por vida” salvo una minoría que aún trabaja en el Estado (llamados “trabajadores de planta”) las condiciones de trabajo cada día se han flexibilizado más salvo algunas normas relativas a despidos intempestivos y su consecuente indemnización. Hoy ya no hablamos de estabilidad sino de trabajo independiente freelance, de economía colaborativa, de coworking. 

Con el avance de la tecnología muchos trabajos han devenido en obsoletos y ciertas profesiones dejan ya de tener atractivo. Hoy en día hay demanda por profesiones vinculadas a la ciencia no así ya la de abogados, contadores, entre otras. Hoy se necesita ser flexible, desarrollar nuevas habilidades, capacitarse permanentemente, saber reinventarse. 

En cuanto a los tiempos de trabajo, éstos ya no se pueden medir solo con la permanencia en el centro laboral. Hoy las redes sociales y el propio teléfono celular hace que los trabajadores permanezcan “atados” a jefes que demandan una respuesta, un informe o un dato simplemente a la hora que lo requieran. ¿Una nueva forma de esclavitud? Es hora de ser su propio jefe?  Como bien señala José Cevasco, aún nadie en el Congreso ha pensado en ello. Es hora. 

Conversaba con amigos que trabajan en Chile y me contaban algunas normas que permiten que de lunes a jueves se trabaje una hora más y los días viernes la salida se ha adelantado a las 2 de la tarde. Cuántos se han beneficiado de esta norma; desde los propios trabajadores que tienen tiempo para capacitarse, distraerse o viajar con los consecuentes beneficios para los sectores económicos involucrados.

Sería bueno ver la pertinencia de esta norma para aplicarla en el Perú aunque aquí tenemos un gran limitante en el tiempo que uno se demora en desplazarse en la ciudad de Lima  principalmente.

Pronto los avances nos traerán novedades como el indicado “trabajo en casa” y cómo las empresas afrontan los cambios motivacionales en los llamados “millenials” cada día menos “fieles” a una empresa.

Entre tanto un saludo a todos los trabajadores y recordarles que es mejor estar estresado por demasiado trabajo que estarlo por falta de él.