Mientras surgen psicosociales (llamados "armanis") para desvirtuar la realidad, ésta nos golpea cada día más fuerte. No sólo la inseguridad expresada en robos, asesinatos secuestros o sea el accionar de organizaciones criminales sino la impunidad con que siguen libres los llamados "delincuentes de cuello y corbata" y la crisis económica que no tiene aún salida porque los agentes económicos no le creen a un gobierno incapaz.
Bien señala Luciano Revoredo al decir que la incapacidad de una presidente hace que crea que cerrando estadios no habrá violencia en las calles y como ella cree que esa es la receta, mañana cerrará el país y tirará la llave a un pozo con escorpiones.
Para frenar la violencia no solo se necesita una policía respaldada por la Presidente sino un Sistema de Justicia que actúe con celeridad con la ley y con mano firme; ergo que no le tema a las oeneges derechohumanoides.
No es posible que los delincuentes que son apresados terminen siendo liberados y si caen en la cárcel, ésta se convierte en el centro de operaciones de los cabecillas.
¿Dónde está el ministro de Justicia, responsable de que las cárceles sean ello?
¿Hasta cuándo no escucharemos a la Presidente y al Primer Ministro decir qué harán para acabar con la inseguridad, la crisis económica y la corrupción? ¿O será que seguirán los grandes problemas y seguiremos viendo caminar libres a la corrupta Villarán, al genocida Vizcarra y a todos los miembros de las organizaciones criminales que han saqueado el Perú?
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