Tras las excarcelación del Presidente Fujimori como consecuencia del cumplimiento de una sentencia del Tribunal Constitucional (referida a un indulto del 2018), un sector mediático alzó la voz y "exigió" que está decisión sea anulada. No hablemos solo del cumplimiento de la ley y lo que se deriva de ella sino de un mínimo de humanidad para un hombre de 85 años y que sufre de graves problemas de salud comprobadas y que estaba encarcelado cumpliendo gran parte de una sentencia basada en una teoría jalada de los pelos ("autoría mediata").
Esos mismos que ayer salieron prestos para atacar el indulto, hoy se rasgan las vestiduras ante la posibilidad de que el comunicador Gorriti tenga que finalmente enfrentar a la justicia ante una serie de acusaciones, no de ahora sino de hace muchos años. El día de ayer hemos sido testigos cómo el mencionado salió a dar a conocer que sufría un cáncer (aparentemente terminal). ¿Será así o simplemente es una maniobra para sustraerse de la justicia?
Similar situación ha ocurrido en tres casos de personajes afectos a los mismos que defienden el caso de Gorriti. Estos casos son el supuesto cáncer del corrupto ex presidente Toledo, el problema prostático del golpista Torres y el último caso del chorogolpista Castillo que ¿ aparentó? un problema cardiológico. Además de ellos recordemos los problemas de salud de Nadine Heredia, PPK y la confesa ladrona Susana Villarán.
Todos los mencionados tienen serias acusaciones y se amparan en sus problemas de salud para estar en libertad o recobrarla (Castillo y Toledo). Ellos si tienen "el derecho" de proteger su salud mientras tres generales con serios problemas que sufren carcelería por casos de "derechos humanos". Ellos son Hermoza Ríos, Salazar Monroe y Rivero Lazo, que pese a presuntos delitos tienen el mérito de haber combatido y derrotado al terrorismo. Los tres sufren serios problemas de salud y sí tienen el derecho a un indulto humanitario.
"Para mis amigos lo ancho, para mis enemigos la ley (o lo que pretende serlo)"; dice un dicho muy certero (la llamada "Ley del Embudo"). Hoy el aparato propagandístico del caviaraje sale en defensa de un personaje afín de él y pretende victimizarlo para que no rinda cuentas a la ley, dizque porque es "un gran periodista que ha investigado la corrupción".
Como bien dice el comunicador Phillip Butters, ¿a quiénes ha investigado Gorriti? ¿A Villarán y sus raterías en la Municipalidad Metropolitana de Lima, a Vizcarra, a las empresas del Club de la Construcción, al ratero comunista Castillo?
Esperemos que Gorriti recobre la salud para que afronte la justicia y lo que de ello se derive. Lo que deba rendir cuentas en el Más Allá, lo será cuando Dios lo decida.
El cáncer al ganglio que tiene Gorriti es tratable y curable, en la mayoría de casos tiene éxito. Pero ... Eso no lo exime para que lo investiguen
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