La inesperada y tremenda derrota sufrida ayer por el Sporting Cristal en Bolivia llega en un momento en donde hay muchas cosas que se juntan en contra del fútbol peruano.
Podrá haber malos resultados deportivos, fallas en el sistema futbolítico pero lo más grave es la violencia en las calles, no de ahora sino de hace buen tiempo. Ello no podría dejar de haberlo en un país atacado por varios flancos por la violencia y la inseguridad. Esto es evidentemente responsabilidad del Estado y de este gobierno incapaz de hacer algo concreto para solucionar este grave problema.
Las lamentables muertes en el barrio de Nocheto hará unos días, fue producto no de un enfrentamiento aislado entre bandas compuestas por hinchas de clubes rivales sino de algo que viene sucediendo fuera de los estadios desde hace tiempo (en el propio Nocheto y en todo el país) debido entre otras cosas a la desintegración social (hogares y escuelas sin valores) que da por resultados jóvenes anómicos que se refugian en grupos buscando pertenencia que no encuentran en la sociedad.
A contrapelo de lo que ocurre, en los estadios es diferente con la sola presencia masiva de aficionados locales e incluso de familias y de menores. Salvo lo ocurrido en "el caso apagón" (cuyos responsables directos no han sido sancionados administrativa ni judicialmente), la seguridad en los estadios no es el problema; por lo que cerrar tribunas no es la solución.
Es hora que dejen actuar a a la Policía y el Sistema de Justicia actúe en forma célere y con todo el peso de la ley. Sin embargo los propios clubes también tienen que actuar (empadronamiento de hinchas y solo aquellos que lo estén puedan asistir a las tribunas). Esto sin embargo no combatirá lo que sucede en las calles. Al respecto ya hay ejemplos qué se hizo contra los violentos hooligangs en Inglaterra y en otros países europeos.
Por otro lado los hinchas también tenemos algo qué hacer como es "bajar las revoluciones" en las redes sociales y en la vida diaria. Los resultados tardarán en lograrse. Hasta los años 70's la U y Alianza éramos "compadres"; hoy hay una profunda enemistad.
También es momento de tomar las cosas con calma. No es posible que cierta prensa, malos arbitrajes y algunos opinólogos echen más leña al fuego. Menos que salgan algunos "actores o influecers" a desdeñar con profundo desprecio al futbol peruano. Es lo que tenemos. Al que no le guste, que no lo siga.
En mi caso, lo sigo de siempre como dice un cántico de mi club, "en las buenas y en las malas".
Se puede criticar y opinar pero con bases. El ataque sufrido -aún sin empezar su trabajo- por Juan Reynoso fue un exceso como lo es justificar lo injustificable, endiosar a gente que no cumple su palabra o a dirigentes que hace rato deberían dar un paso al costado. Basta de querer "petardear" el fútbol justo en el año del Centenario de fundación de Universitario. Parece raro tantos sucesos.
La violencia en las calles sigue cobrando vidas y no solo por ciertos casos entre hinchas de tal o cual equipo sino por la presencia de organizaciones criminales que roban, asesinan, extorsionar y secuestran y ello, señora Presidentes Boluarte no se para cerrando tribunas.
Finalmente exhortamos a los hinchas celestes a tomar con calma la derrota. Basta de violencia. En el fútbol se gana y se pierde. No es la primera vez que un club peruano es goleado y Cristal ya perdió 5-1 en Bolivia frente a The Strongest en el 2017 como también ganó en Lima 7-0 al Jorge Wilsterman en 1995.
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