LIMA 2027

 

El día de ayer se dio a conocer que Lima volverá a ser sede de los Juegos Panamericanos a llevarse a cabo en el año 2027.

Para el gobierno, carente de éxitos y logros en temas prioritarios como la seguridad, salud y educación, es una gran noticia. Para algunos es "un orgullo" y sostienen que producirá un efecto multiplicador en nuestra economía. ¿Alguien podrá decir cuál fue el impacto en el año 2019, año en el que también fuimos sede de estos mismos juegos? ¿Ha habido algún estudio que demuestre que fue un éxito como proyecto? ¿Cuál fue su TIR? 

Para esos juegos se invirtió 1200 millones de dólares, un monto significativo, tanto en infraestructura deportiva como otras obras conexas, ¿sirvió en algo? ¿Se desarrolló el deporte peruano? ¿Aparecieron nuevos deportistas de élite producto del apoyo estatal y privado? Los resultados en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 no muestran un avance nada significativo.

Es realmente irresponsable, ante tantas necesidades insatisfechas y siendo los recursos escasos, que volvamos a comprometernos a organizar un evento de esta magnitud. Ello es comparable como si una familia pobre gastara lo poco ahorrado para festejar el quinceañero de la hija en vez de alimentar mejor a hijos con anemia.

Es cierto que estamos a tres años del evento y gran parte de la infraestructura está construída; entonces cabe preguntarnos cuál será el presupuesto para estos juegos, ¿370 millones de dólares? ¿Cómo se financiará y si finalmente se podrá vender la Villa Olímpica a fin de recuperar la inversión hecha?

¿Nuestro alicaído deporte estará en condiciones de superar lo hecho como anfitriones en el 2019 o es que seguiremos dependiendo de esfuerzos individuales y no como resultado de un ciclo de preparación, teniendo como base el equipo olímpico de París 2024?

No tememos las críticas de algunos interesados (sabe Dios por qué) o de otros tantos irresponsables, ilusionados en resultados que no creo que se den. Antes qué algunas medallas -logradas a cualquier costo- requerimos una niñez sin anemia, escolares y universitarios capaces de hacer cálculos siquiera sencillos, una población que viva segura y con un sistema de salud adecuado y que los recursos escasos se inviertan eficientemente y se logren objetivos y metas no solo de corto plazo sino de mediano y largo plazo.