Uno de los grandes problemas de los gobiernos en el Perú es la poca duración de los ministros en sus cargos, algo que viene ocurriendo desde hace un buen tiempo y con mucha frecuencia.
Esto situación se debe a múltiples factores entre ellos a su mala elección lo que ocasiona graves errores de gestión y en el peor de los casos nula gestión.
En muchos casos fallidos, los nombramiento se deben a amiguismos o simples toma y daca "gracias" a acuerdos políticos, que el populorum ve como simples repartijas.
Un caso patético fueron los 17 meses del incapaz Castillo, en los que decenas de ministros pasaron por todas las carteras y al parecer en su gran mayoría su misión no era velar por el cumplimiento de metas ni buena gestión de recursos. Entre las 19 carteras quizás llame la atención con mayor preocupación es la de Interior, lo que se refleja en la tremenda crisis de inseguridad que vivimos.
Pero todo esto no sería posible si el "electarado" (Mariátegui dixit) no eligiera con los pies. Gente incapaz y corrupta, sin equipos de gobierno ad hoc ni politicas claras. Menos aún, ya sobre el caballo no se tiene objetivos y metas claros y medibles.
Pero si en las cabezas es un desastre, qué decir de quieres operativizan en ese monstruo llamado "estado", el mismo que simplemente es un botín que se reparte entre allegados, sobones y advenedizos. Tanto es así que de pronto escuchamos a bastantes defender al gobierno de turno y luego nos enteramos que son "feliced presupuestívoros". Ni qué decir de suertudos que reciben órdenes de servicios por inservibles consultorías y asesorías
¿Cuántos de ellos estarán en capacidad de ejercer a cabalidad las funciones encomendadas? No muchos, con toda seguridad. Ausencia total de una burocracia eficiente y en bastantes casos, honesta y que peor aún, olvidan que son servidores públicos.
Entonces el problema es inmenso y al parecer sin solución a la vista. Crear un Estado profesional y eficiente toma su tiempo y hasta donde sabemos no habrá un cambio de gobierno sino hasta el 2026, claro está si "no llueve hacia arriba'.
En los 90's hubo un intento de achicar el Estado y atraer profesionales competentes pero esto volvió a fojas cero desde el regreso del incapaz Paniagua. Miles regresaron al Estado. Una muestra de ello es el Congreso de la República que se volvió a poblar de decenas de expectorados.
Peor aún es el caso de ministerios prescindibles como Cultura y Ambiente y de ministerios como Vivienda, Construcción y Saneamiento y Transporte y Comunicaciones donde se enquistaron sendas mafias y que nunca fueron extirpadas.
Hoy se requiere soluciones radicales. Achicar el Estado, fusionar ministerios, hacer una purga en la burocracia y reclutar mejores cuadros; pero ante todo elegir mejores gobernantes, capaces, honestos y con ideas claras.
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