De pronto ha renacido "el amor por la Patria" en 28 movimientos políticos y quizás en otros tantos aventureros que pretenden gobernar nuestra Patria.
En los últimos años muchos peruanos han votado por el que suponían "el mal menor" pero han cometido crasos errores cuyas consecuencias las estamos pagando.
Gente sin escrúpulos y de nulas calidades morales e intelectuales han ocupado el Sillón de Pizarro. Toledo nos ofreció "luchar contra la corrupción" y hoy está encarcelado por ratero.
Lo sucedió quizás el mejor Presidente en estos últimos 24 años pero ya no está en este mundo. Una celada lo indujo al suicidio.
Un oscuro militar prostituyó el término "nacionalista" y cogobernó con una advenediza formando lo que bautizaron como "el gobierno conyugal".
Luego vino un lobbista que nos vendió "un gobierno de lujo" y tuvo que renunciar tras denuncias de corrupción. Lo sucedió el que llamó "su seguro", un sujeto sin escrúpulos culpable de la muerte de más de 200 mik peruanos en la pandemia y hoy se regodea tras ser librado por una Fiscalía que exculpa a delincuentes en flagrancia.
Qué decir de un hombre sin agallas como Merino que no duró cinco días y renunció tras un golpe de masas que llevó al poder a un caviar que no representaba a nadie.
Ya ni qué decir de un ilegal e ilegítimo cleptocomunista que se dedicó a robar y para salvar la cabeza intentó un fallido golpe, tras el cual fue vacado y nos dejó como herencia a su incapaz socia política y vicepresidente.
Nuestra historia está llena de fracasos, raterías, traiciones e incapaces.
Hoy volvemos a buscar un salvador, alguien que saque al Perú del hoyo.
Antes de decir quiénes podrían ser las alternativas, descartemos a aventureros a quienes nadie conoce, a un genocida, a un cabecilla de gavillas de asesinos de policías, a caviares que lo único que han hecho es mojar con tinta millares de hojas con mentiras y propuestas inservibles y por cierto llenarse os bolsillos.
Digamos no a filosenderistas y a los cómplices de sendero luminoso y de los martacos. Tachemos a esos "demócratas" que pedían luz verde a una advenediza y a otros que hoy dicen defender la "institucionalidad".
Exijamos que no repita el plato quién no supo defender sus triunfos, robados en las mesas de sufragio y menos a quienes repiten muletillas y libretos o se achoran de cuando en vez. Ellos no son opción en estos momentos.
Hoy el Perú requiere a alguien con moral, con conocimientos, con trayectoria profesional exitosa y que tenga mano dura. Ya no hay tiempo para seguir jugando a la ruleta rusa.
Es hora de la unidad de demócratas y patriotas, con un Plan viable y con un equipo de trabajo. ¿Quién podría ser? Pidamos su linterna a Diógenes.
No volvamos a votar por el que creemos es "el mal mejor" y termina siendo un peldaño más hacia la sima, a la destrucción y a la inviabilidad como país.
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