sábado, 22 de junio de 2024

EN CRISIS


Leía el otro día las declaraciones de "un presidente" de una asociación de tiendas minoristas que se refería a la disminución en un 50%  en  las ventas de éstas.

Por cierto este titular tremendista aparecido en medios locales no se referirá al descenso en el total de ventas del sector, no lo creo; sin embargo como me aclaró mi amigo el economista Gerardo Basterrechea, el consumo sí ha disminuído por el impacto de la inflación y de las medidas restrictivas del órgano emisor. Ellas implican un mayor costo en el financiamiento, lo que se refleja incluso en las cifras de los grandes retails.

En lo que respecta a las tiendas pequeñas e incluso medianas se observa una sobreoferta en el sector. Miren nomás alrededor de sus casas y lo comprobarán. Una competencia que acabará con las más débiles financieramente hablando.

Así mismo, cabe destacar que la disminución en las ventas afecta sobremanera, ya que los márgenes de utilidad operativa en este sector son bajos. Esa disminución no permite afrontar sobre todo los costos fijos como por ejemplo el pago del alquiler del local.

Esta situación hace que sea imprescindible el uso de tecnología para mejorar la gestión logística y financiera. Muchas tiendas pequeñas no la usan aún por lo que en poco tiempo desaparecerán.

Un detalle adicional de este sector es que los propios dueños atienden las tiendas por lo que el costo laboral está de alguna manera subsidiado y el empleo es altamente informal por lo que en cierta forma, el costo de los sueldos es muy flexible al prescindirse rápidamente de los trabajadores que no están en planilla.

Esto es "una ventaja" pero a la vez un costo "oculto" pues  ello origina que la atención en muchas tiendas no sea la más adecuada. Aquellas tiendas que sí atienden óptimamente no solo son rentables sino que crecen en el mediano y largo plazo. (caso Wong).

En está época de crisis es importante la estrategia de marketing y con ella un mix adecuado de lo qué se ofrece. Vemos que muchas no tienen una oferta adecuada de productos y en otros casos se mantienen inventarios sin mover originando pérdidas por deterioro sobre todo  de productos perecibles.

Nos referiremos también a la gestión financiera, que incluye el manejo adecuado de la capacidad de endeudamiento y gestión de caja (pérdidas y faltantes). Esto es muy importante pues si bien muchos propietarios tienen experiencia en el sector, buena parte de ellos son empíricos. En este punto hay que indicar otro costo oculto, como son los pagos por extorsión algo que no está cuantificado en las estadísticas oficiales pero que es "pan de cada día". Una paradoja en un país en el cual no es frecuente asegurar este tipo de empresas pero que en la práctica se da informalmente (para que no atenten contra los locales y sus dueños)

Finalmente el señor al que nos referimos debe entender la lógica del mercado, capacitar a sus agremiados a fin de que puedan enfrentar con éxito la competencia de los markets y supermercados vía atención personalizada, por ejemplo. Solo los eficientes permanecen en el mercado. 

Sin embargo, esto que es algo que debería funcionar, en la práctica hay distorsiones que afectan al sector como los pagos a extorsionadores y los altísimos costos de financiamiento informal e incluso delictivo ("préstamos gota a gota").

A la incapacidad de este gobierno para manejar la economía se le suma la nula eficiencia en la lucha contra la inseguridad, dos factores que atentan contra un importante sector del comercio por su número y el empleo que genera, pese a no ser de calidad.

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