Cuando alguien pregunta si es
posible hacer una televisión entretenida y de calidad, en vez de tanta basura;
simplemente debería ver la Deutsche Welle, televisora alemana.
Para los mayores, recuerden TELEMATCH un programa de concursos
entre dos pueblos cercanos en el cual intervenían los propios pobladores y no
jovencitos siliconeados o llenos de estereoides. Programa de entretenimiento
que atraía a muchos en la época de la
televisión precable. Lo pasaba entonces el canal de Estado.
Otro programa que debería ser
motivo de ejemplo también era propalado por el canal estatal, DISCO CLUB con la conducción del gran
Gerardo Manuel. Programa de clips musicales presentados con una breve
reseña de los cantantes o de la propia canción.
Y ya en la época del cable, un
ejemplo de lo que debería ser un programa que cubra las incidencias de un
campeonato de fútbol es DAS LIGA HAUS https://www.foxsports.com.pe/blogs/das-ligahaus
que conduce el colombiano Ezequiel Daray
y que presenta las noticias de todos los clubes, las ciudades donde juegan y
sus estadios así como aspectos culturales. No es necesaria la chabacanería ni
menos la presencia de figuretis improvisados.
Hoy en día pareciera que un
requisito necesario e imprescindible es ser proaberrante o ser parte de una
farándula desquiciada. Disco Club,
Telematch y Das Liga Haus son tres ejemplos de
que eso no es cierto ni válido. Y ni qué decir de programas como "La Hora de Luis Alberto Sánchez", "Lo que vale el saber" de Pablo Maladengoitia o el programa del finado Marco Aurelio Denegri.
Sin embargo, algunos
comentaristas que se rasgan las vestiduras y protestan contra “un Perú sin
Valores” no dicen nada sobre los esperpentos de programas que se transmiten en
los canales donde trabajan o del grupo empresarial al cual pertenecen. Un
ejemplo de ello es El Comercio y el
Trome. Uno funge de diario serio” y su “hermano menor” es difusor de sangre
y escándalo. Algunos llaman a eso, “doble
moral”.
Hemos citado seis casos, uno
actual y dos del pasado pero ello tampoco quiere decir que no existan más
ejemplos. Programas del propio Canal del
el Estado (RTP), de radio y Televisión de España, la RAI italiana, CNN e
incluso de la televisón estatal de Chile son espejos donde la televisión
nacional debe fijarse y no ser reflejo o copia de lo peor.
No es necesaria la estridencia ni
de figuras mediáticas que no saben dónde están paradas. Hay mucha gente valiosa
que con mesura y calidad llevan la noticia y entretenimiento como por ejemplo Fátima Saldonid.
Más allá de que debemos ser
tolerantes con posiciones que difieran de nuestra posición política debemos
reconocer sin embargo que hay principios que no podemos ceder. Es necesario una televisión que fomente
valores, el respeto por la vida, la promoción de la Familia y del Orden Natural
y no hacer eco de posturas proaberrantes que transmiten ciertos programas de
History Chanel o Travel and Living por citar a dos canales de la parrilla del
cable.
Para cambiar al ser humano, hay que formarlo desde niño y educarlo. No
hay otra forma para ello.
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