Hace 143 años cientos de peruanos -se dice que el 10% de la población de Lima- dió su vida en defensa del suelo patrio. Las primeras acciones se dieron entre Lurín y Pachacamac, el 13 de enero en San Juan, Chorrillos y Barranco y el 15 en Miraflores.
Ayer nos acordábamos de esta gesta con mi amigo el Comando Bandido, Héroe de la Pacificación, y cuanta razón tenía al recordar cómo algunos malos peruanos prefirieron defender sus bienes antes que dar su vida por la Patria.
Lo que hoy vivimos no es solo de ahora; fue la causa de la dolorosa derrota en la Guerra del Pacífico. Malos políticos y militares fueron los responsables de la pérdida de Arica y Tarapacá y el secuestro de Tacna por largos cincuenta años. Pese a ello en el Centro de Lima aún una avenida principal y un Jirón llevan el nombre de un traidor y de alguien que entregó la ciudad al invasor un 17 de enero de 1881 por casi tres años.
Sin embargo hubo cientos de peruanos, la llamada reserva (la verdadera reserva moral de la Patria) que acudió al llamado de la Patria, destacando la figura del Niño Héroe Manuel Fernando Bonilla Elhart que a temprana edad de 13 años ofrendó su vida en Miraflores, un 15 de enero de aquel año.
Es hora de de recordar. Una nación que olvida a sus héroes y la felonía de algunos de sus integrantes está condenada a no ser tal.
Hoy estamos en las mismas. Los enemigos no son los invasores de hace casi un siglo y medio sino los corruptos, los que quieren implantar una agenda perniciosa.
Hoy 13 de enero elevemos una oración por las almas de quienes dieron sus vidas, por aquellos que han defendido nuestra Patria en diferentes frentes y frente a diversos enemigos, externos e internos.
Gloria Eterna a nuestros Héroes¡
Viva el Perú¡
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