TRANSITO EN LIMA

 

Ayer se dio a conocer un ranking nada halagador que indica que Lima es la quinta ciudad en el mundo en la que desplazarse es un verdadero "vía crucis".

Lo que no se explica es que esa demora se da si los habitantes de Londres y Milan se trasladan en un auto particular pero si lo hacen en servicio público la cosa cambia.

En las mencionadas ciudades es impensable encontrar mototaxis que invaden avenidas principales o colectivos "piratas" que invaden vías exclusivas. El problema es la cantidad de autos que ingresan al Centro y que son desincentivados con "peajes" o con cobros altísimos en los estacionamientos.

En Lima el problema es la falta de viaductos y pasos a desnivel,  el lento avance en la construcción de la Línea 02 del Metro, la poca  instalación de puentes peatonales y la informalidad en el transporte público. En Lima no hay un sistema integrado y eficiente y son pocas las empresas de transporte que funcionan como tales.

¿Qué hubiera pasado si no tuviéramos los Corredores Exclusivos, la Vía Expresa, la Costa Verde y la Línea 1 del Metro? Simplemente el caos y la lentitud del flujo vehículos serían insoportables.

A lo dicho sumemos algo que es parte de la llamada informalidad, vale decir la pésima forma de manejar de muchos conductores en Lima, no solo de autos sino ciclistas, skaters  y otros. Para muchos no existen las normas y el reglamento de tránsito. Un "ejemplo" de ello es el tráfico en la Avenida Javier Prado en "horas punta" en donde la mayoría de unidades vehículos son privadas y "piratas" en detrimento del servicio público (las unidades que transitan en el Corredor Rojo) invadiendo los corredores exclusivos.

Tal como dijimos ayer, la informalidad y el incumplimiento de las normas deben ser combatidos imponiendo el respeto y el orden y para ello se necesita "mano fuerte". Esperamos que ello sea entendido por la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) y por la Municipalidad de Lima Metropolitana. 

Ordenar el caos y combatir la anomia resulta más difícil que hacer obras físicas; pero no olvidemos que para hacer ello se requiere normas racionales hechas por autoridades competentes que , por ejemplo, otorguen concesiones en beneficio de la ciudad y no de sus bolsillos y que puedan llevar a cabo los estudios de factibilidad de las otras tres o cuatro Líneas de Metro que Lima necesita; algo que pareciera imposible de hacer.