¿RENUNCIA?

 

Ayer corrió el rumor de la renuncia del ministro de Economía. Al finalizar el día, todo no había pasado de ser "una bola". El "bien papeado" ministro sigue atornillado en su sillón, el fajín soldado alrededor de su cintura y las sirenas de las liebres seguirán atormentando a sus vecinos.

Lo que es "digno de destacar" es la enorme incapacidad de vocación de renuncia de los funcionarios (que no funcionan). Tanto se criticaba a Reynoso por no renunciar, mientras el aún ministro de Economía "pasa piola" y se mantiene en el cargo "pensando en el Perú".

El ministro Contreras hace rato debió ser "despedido" por su evidente incapacidad para combatir la recesión, generar confianza y ser el promotor de la inversión privada. No es necesario esperar su renuncia; pero desgraciadamente así no lo entiende la Presidente Boluarte y menos el Primer Ministro Otárola, que hace rato debió ser "ex primer ministro".

Si Boluarte fuera la CEO de una empresa privada, Otárola el gerente general y Contreras el gerente financiero hace rato habrían sido despedidos por la Junta de Accionistas; pero como el Perú es de todos y de nadie, "aquí no pasa nada" , como diría el recordado Humberto Martínez Morosini.

Volviendo a lo escrito ayer sobre el adelanto de elecciones, ya es hora que Boluarte y su gabinete digan al Perú si pueden o no gobernar el Perú.

Basta ya de que se nombre a cualquiera como altos funcionarios. El problema no es cuánto ganan sino si justifican sus sueldos con objetivos cumplidos. 

Y que no sigamos escuchando a la ciudadanía quejarse si ella misma permitió que un cuasi analfabeto y corrupto accediera al Sillón de Pizarro de manera fraudulenta y decenas de "congresistas" sin saber leer ni escribir ocupen una curul.

Ya es hora de darle vuelta a esta situación. El Perú no aguanta más.