La reciente noticia sobre la salida del aire de la radio Oasis ha originado diversas reacciones.
Aplausos de los miembros de la comunidad evangélica que van alquilar la señal para transmitir contenidos familiares y de su fe vía la radio Bethel. No me opongo que existan radios con ese tipo de contenidos en momentos como los actuales pero soy uno de los que están decididamente en contra que sea a costa de la desaparición de la heredera de la icónica Stereo Lima 100, una de las pioneras de la Frecuencia Modulada (FM).
Lo que ha sucedido no es ninguna medida contra el tipo de música que transmitía Oasis pues el segmento del mercado amante de la llamada "música del recuerdo" seguirá escuchándola. No es como dicen otros que la desaparición de esta radio es porque transmite "música antigua" sino porque esta audiencia ha cambiado la forma de escuchar su música preferida, ya no a través de las radiodifusoras sino de aplicativos como el conocido Spotify; razón por la cual un conocido y respetado evangélico me instó a escuchar mi música preferida vía Spotify por "un cómodo pago mensual". Como diría mi amigo Máximo Carlos, le respondo con todo respeto: " dejáte de joder Jorge".La referida forma de escuchar música hoy en día ha ocasionado la caída de la inversión publicitario en radios como Oasis y en otras más. El portal Gato Encerrado señala que por lo menos dos radios más seguirían los pasos de Oasis.Sin embargo hay que hacer unas precisiones. "La música antigua" se sigue escuchando o alguien me va a decir que una canción como Careless Wishpers en vivo desde China dejará de escucharse algún día. Esta canción interpretada inicialmente por el grupo Wham y luego por George Michael fue estrenada en 1984 o sea este mes de febrero cumplirá 40 años desde aquel día que la escuché en la casa de mi amiga Patty Alarcón. ¿Acaso algún adefesio que hoy se escucha dura siquiera un par de meses?Volviendo a aplicativos como Spotify, ninguno de ellos interrelaciona con los oyentes como lo hacen grandes locutores que no solo presentan las canciones sino que nos cuentan sabrosas anécdotas e historias sobre nuestros cantantes y canciones favoritos. Mencionaré a dos de mi preferencia; Carlos Guerrero que dirige Ruta 88 en radio Mágica (heredera de Telestéreo 88.1) y otro grande como Mr Fantasy en Doble Nueve "la radio rock de Lima desde 1979" y su programa dominical Nostalgia (6:00 a 11:00 horas) y todos los días con la mejor música del momento. Solo en Doble Nueve se escuchan los mejores estrenos como Superhumans del grupo australiano Good Weather Forcast que escuché un 4 de abril del 2018 cuando mi querida Irina cumplió la mayoría de edad.A ellos sumaré al desaparecido programa Los Años Maravillosos de Lucho Aguilar que se transmitía en Radio Unión (Nueva Ola) y La Hora del Lonchecito con "el pequeño Gigante" Koky Salgado en radio La Inovidable (70s y 80s en español) y ni qué decir de dos grandes de la locución -ya desaparecidos- Diana García de Palacios (Tú, yo y mis discos) y Gerardo Manuel Rojas (La Hora Pirata).Por supuesto que además de los citados hay decenas de grandes a los cuales ya me he referido en otra ocasión y por cierto me faltaría espacio para resaltarles ( https://eloraculodedontribi.blogspot.com/2019/03/la-radio-esta-mas-cerca-de-la-gente.html?m=1 )Muchas radios y programas han desaparecido por la muerte física de sus dueños y conductores y otros por la acción "del mercado"; sin embargo esperemos que las radioemidoras y conductores que aún existen sigan deleitándonos con sus programas, algo que la llamada Inteligencia Artificial no puede comparar a la acción de un ser humano, que transmite sentimientos algo que nunca la tecnología podrá imitar.Larga vida a los grandes éxitos de los Rolling Stones, de los inmortales The Beatles (La Hora de los Beatles en Radio Mágica), Santana, Pink Floyd, AC DC, Pat Benatar, Heart, ELO, Foreigner, Slade, Bee Gees y decenas de grandes. Realmente es un crimen "de lesa ignorancia" que algunos digan que no se debe transmitir "música antigua". Esa música viene de los 60s y seguirá deleitando a quienes la escucharon en la época de su estreno como el día de hoy, con igual intensidad.
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