Cuando parece que todo se pone color de hormiga, de pronto surge una ráfaga de viento fresco que traerá mejores tiempos.
Hoy el voto de un miembro de la JNJ mandó a su casa al controvertido Jefe de la ONPE , el mismo que fue responsable de las ilegítimas elecciones del 2021.
A la par, el Congreso comienza a dar los pasos necesarios para rehacer "la reforma vizcarrista" , uno de cuyos engendros es la JNJ y reemplazarla por una Academia que forme jueces y fiscales probos y eficientes. Parece ser el comienzo del fin de la politización de la justicia y su uso con fines que ya todos conocemos.
Junto al cambio del jefe de la ONPE deberá seguir la reestructuración del Jurado Nacional.de Elecciones y una nueva jefatura en la RENIEC, quiénes junto a la ONPE fueron responsables de los enjuagues que permitieron "el triunfo" del comunista Castillo.
La continuidad democrática exige un sistema electoral imparcial, probo y eficiente; solo así en las próximas elecciones no tendremos actas electorales con cero votos para un candidato en una hipotética segunda vuelta y menos registro de votantes que no son expuestos a la vigilancia ciudadana, ni tampoco muertos o fantasmas que votan.
Sin embargo, estos cambios no deben ser motivo para que nos olvidemos qué pasó en el 2021 como tampoco un manto de impunidad que haga que "pasen piola" quiénes deberán afrontar a la justicia.
Por otra parte es necesario que las fuerzas democráticas acuerden un pacto mínimo que permita que el Perú sea viable. La malsana influencia caviar debe acabar.
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