La noticia sobre la sentencia a un efectivo policial que abatió a un delincuente es una ignominia que refleja la crisis en la que vive el sistema de justicia en el Perú.
Delincuentes que son liberados por "errores" de los fiscales o por decisiones sospechosas de ciertos jueces simplemente son situaciones que atentan contra el éxito de la lucha contra la delincuencia. ¿De qué valen grandes operativos policiales si los delincuentes son liberados luego y vuelven a delinquir?
¿Existe una instancia que castigue a malos fiscales y jueces? Claro que sí pero no actúa.
Entonces qué le reclamamos a la policía si los delincuentes gozan de impunidad por una justicia protectora de "sus derechos" y no los de la ciudadanía.
¿Hasta cuándo vamos aguantar está situación en la que sicarios asesinan impúnemente, secuestradores y extorsionadores hacen de las suyas y bandas de delincuentes actúan ante la vista y paciencia de todos?
¿Qué hace la Presidente Boluarte, aparte de ausentarse de sus funciones para someterse a cirugías estéticas? ¿Tenemos ministro del Interior? ¿De Justicia?¿Qué hacen las autoridades carcelarias para impedir que las cárceles sigan siendo centros de comando de las organizaciones criminales?
¿Tan difícil es adaptar y replicar soluciones exitosas como las de El Salvador? Argentina ha empezado a hacerlo y el gran problema que representaba la ciudad de Rosario empieza a solucionarse. Cuando se quiere, se puede; o ¿será que "convenga" a algunos la actual inseguridad creciente?
La responsable de lo que estamos viviendo es la Presidenta de nuestro país y la incapacidad del Premier y el Congreso de la República
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