martes, 28 de mayo de 2024

RIP

 


Solemos ser indulgentes con los amigos y destruimos a nuestros opositores. Algo muy común en diferentes situaciones. En estos días lo comprobamos. 

Desgraciádamente muchos no somos santos pero lo principal es que en determinados momentos de nuestras vidas sepamos ser honestos con nosotros mismos y saber reconocer nuestros errores y pecados, haciendo un genuino acto de contricción y propósito de enmienda. Nada vale, menos ningún arrepentimiento sin esta actitud.

Viene al caso está reflexión frente al deceso del tenor Petrozzi que por boca de sus amigos nos enteramos de sus cualidades humanas a la par de sus éxitos como artista de primera línea. Sin embargo quienes aún sufrimos los embates del vizcarrismo, no podemos olvidar el triste y desastroso papel que tuvo Petrozzi siendo socio político de uno de los más dañinos presidentes que tuvo el Perú, incluso no solo como congresista sino como ministro de Cultura.

Todos estamos sujetos a cometer errores políticos pero nunca escuchamos un mea culpa ni una sincera disculpa de parte del hoy ya finado. No es nuestra intención no dejar descansar en paz a un difunto pero no podemos dejar de decir algo al final de su azarosa vida política, a la cual quizás nunca debió acceder y menos en esos términos.

Hacerlo es un imperativo en un país que sublima y olvida, causa de muchos de nuestros males como nación. Nos olvidamos traiciones como las acaecidas en la Guerra con Chile, desastrosos gobiernos que abonaron el terrorismo o robos multimillonarios como Lava Jato. Todo ello pasa y años después volvemos a sufrir las consecuencias y quienes deberían responder como el genocida Vizcarra, se pasean impúnemente mientras los deudos de más de 200 mil víctimas de la pandemia esperan justicia por los robos y corrupción que ocasionaron tantas muertes.

Dicho esto lamentamos la muerte de Petrozzi por lo bueno que hizo pero sin olvidar que nunca pidió perdón por lo ya señalado.

Qué descanse en paz y rogamos que haya tenido oportunidad de arrepentirse y Dios en su inmensa piedad perdone sus pecados y pueda gozar de la Vida Eterna.

PS Sentidas condolencias para mi Hermano Carlos por el deceso de su señora madre Angela Salgado de Bernabé. Vida Eterna para ella. Descanse en Paz.

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