martes, 30 de agosto de 2022

CERO PERMISIVIDAD

 


Hará unos días ví un video que mostraba a personas que casi habían perdido la calidad de tal y eran despojos de lo que alguna vez fueron.

Alguien dijo que era tema de "drogas sintéticas y no consecuencia de la marihuana" pero quién se niega a aceptar que el consumo de ella no es sino la puerta de ingreso a un submundo del que muy pocos salen pero marcados y enfermos para toda la vida, ignora una realidad que se muestra cada día. 

La drogadicción no es solo tema de los adictos sino de todos los que le son cercanos. Mientras tengan como financiar su vicio todo "fluirá" pero cuando falte el dinero para comprar la droga ocurrirán los primeros robos en la casa paterna y en las de sus familiares y amigos que frecuenta así como se volverá un asaltante en potencia. 

El hasta hacía poco prometedor joven se habrá convertido en mentiroso, flojo y poco confiable. La sonrisa sincera se habrá convertido en una risa estúpida y el equilibrado se volverá en un lenguaraz sin sentido.

El paso de la marihuana al consumo de cocaína,  pbc o de drogas sintéticas será ya un mero trámite. En poco tiempo la esperanza de sus padres se convertirá en un dolor de cabeza, en un ser con el que nadie querrá cruzarse en su camino.

El drogadicto es la última rueda de un coche que conduce a un abismo y con el cual gente inmoral se llenan las bolsillos. Junto con ellos estarán los liberales que llaman a un "mundo libre" en el que el consumo (y por ende el tráfico) sea libre. Para ello se valen de una agenda "cultural" que se vale de íconos y de cuanta manifestación exista para crear un "mundo" permisivo y cómplice de la muerte de millones de personas y la existencia de otros tantos "muertos vivientes". Hoy hasta se valen del concepto "marihuana medicinal" para lavarle la cara a ésta.

El tráfico ilícito de drogas (TID) en vez de ser combatido es apañado como cuando un grupo de personas "protesta" por la muerte de un joven, sindicado por las autoridades de Indonesia de traficar con sustancias prohibidas, que encontró la muerte en circunstancias poco claras. 

Seamos como Indonesia u otros países en los que el TID se castiga con extrema rigurosidad. Tras una adecuada investigación y un juicio justo, la ley debe caerles con todo el peso.

El futuro del mundo está en peligro mientras existan los promotores del consumo de drogas, de las mafias que trafican con ellas y de tontos útiles que dicen que "fumarse un porrito es una cosa que no debe preocuparnos".



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