A MAS PRUEBAS, ¿MAS APROBACION?

Una reciente encuesta muestra un quiebre en la caída de la aprobación del incapaz Castillo lo que se traduce en un aumento en cinco puntos porcentuales en un escenario en el que se dan mayores denuncias de corrupción. Y como dice Martha Chávez, no solo son las seis carpetas fiscales sino una cada vez más evidente incapacidad moral e intelectual. ¿A más pruebas y evidencias, ¿ mayor aprobación?

¿Qué tan certera o válida es esta encuesta, habida cuenta que otras muestran un incesante incremento de la desaprobación de Castillo?

¿O será acaso que nuestra sociedad es cada más permisible con la corrupción o la intensa campaña de victimización que está llevando a cabo Castillo está dando sus frutos?

Castillo ha sido incapaz de lograr siquiera éxitos en el corto plazo y ya sabemos el costo del populismo. Tenemos a un "presidente" que no puede articular dos oraciones seguidas llamándose "profesor" y las denuncias fiscales van cerrando el círculo que muy pronto lo estarían llevando a la cárcel. Frente a ello, Castillo está despilfarrando recursos entregándoles a autoridades tan incapaces como él y moviliza a unos cuantos con recursos estatales para impedir su caída.

Sin embargo, como dice ayer Luis García Miró en su columna del diario Expreso, ¿tenemos a una sociedad acobardada? Ni los que tendrían mucho que perder alzan su voz y los pobres bajan la cerviz aunque el hambre apriete, esperando que "le caigan" algunos mendrugos que sobran de las mesas de los corruptos.

Como lo hemos mencionado en otras oportunidades y ayer Garcia Miró lo recuerda, cuánta falta hace un hombre con agallas como Raymundo Duharte quien en los años 70s desde la  Sociedad Nacional de Industrias dió valiente batalla al Velascato. ¿Dónde están los líderes gremiales, hoy enfrascados en defensa de "agendas" de unos cuantos? ¿Dónde está la clase política? ¿Qué alternativa le damos a la población? ¿Hasta cuándo permitiremos el discurso de odio y racismo de Castillo y su socio Torres?

Marcho desde el inicio de la lucha contra unas elecciones ilegítimas que llevaron a Palacio de Gobierno a un grupo de comunistas que lo único que han buscado es llenarse los bolsillos y hoy que están expuestos ante la justicia pretenden enquistarse en el poder promoviendo un baño de sangre. Sin embargo, y pese a una creciente desaprobación del régimen, esto no se muestra en los votos para vacar a Castillo y su socia Boluarte; tampoco en la movilización de las organizaciones sociales ni menos en las calles.

¿Cómo se explica ello? ¿Cobardía? ¿El fácil expediente de mirar lo que pasa esperando que otros hagan nuestra parte? ¿Cubileteos por lo bajo para obtener algunas granjerías? ¿O es que hemos llegado a un punto que la corrupción nos es tan cercana que la apañamos?

La cobardía no da réditos y ningún acuerdo con comunistas es duradero y menos de confiar. 

Si creemos que el avance de los comunistas no nos alcanzará, qué equivocados estamos. Los que tienen, perderán todo y los que no tenemos sino poco o nada, finalmente perderemos lo más valioso o sea la Libertad y el derecho a vivir con dignidad.

Ayer ya lo advertimos, como lo han hecho otros; se vienen días decisivos para el Perú. Si hoy no frenamos y derrotamos al comunismo incapaz y corrupto; mañana será tarde. No esperemos que otros nos solucionen nuestros problemas, salgamos a las calles. No caigamos en la trampa del "25 %" que sabe Dios si es producto de una adecuada ponderacion de respuestas ciertas. 

Finalmente me quedo con lo dicho ayer por parte de Hugo Guerra en Expreso. La mayoría de peruanos no somos ni mansos ni cobardes y quienes deben garantizar la paz interna (artículos 137 y 165 de la Constitución Política) sabrán estar a la altura de las circunstancias cuando llegue el momento.

Ni resignación, ni acuerdos tibios. La salida es la derrota del proyecto comunista.