jueves, 25 de agosto de 2022

PASO LIGERO

 


Recorrer grandes distancias siempre fue un reto que me impuse en mi primera juventud. Como pasa a muchos, mis adversarios eran yo mismo y mis limitaciones.

A veces iba a un centro deportivo en Pueblo Libre (Huaraz con Colombia) o sino iba al Campo de Marte. Cuando me mudé a San Borja corrí la "Ciudad de Lima" y la Primera Edición de la competencia auspiciada  por Cafetal y cuando viví en Miraflores mis recorridos eran por la Costa Verde, El Olivar o incluso más de una vez fui hasta El Pentagonito.

En aquellos días no habían la indumentaria apropiada que hay hoy ni la información que permite dosificar los esfuerzos. 

Para correr distancias largas hay que prepararse no solo física sino mentalmente. Nadie con garra podrá sortear los fatídicos kilómetros en los que duele "hasta las pestañas". Como dije al inicio, al primero que hay que vencer es a uno mismo.

Recorrer largas distancias es un hobby de muchos, a quienes -agrupados en diferentes clubes- vemos en diferentes rutas y sobre todo los fines de semana preparándose en grupo para algún próximo reto. 

Correr implica muchos sacrificios como acostarse temprano y levantarse temprano, llevar una alimentación balanceada y comprar indumentaria y equipos apropiados. Para todo ello se requiere destinar un presupuesto de apreciables recursos. Sin embargo todo ello vale la pena. 

Por cierto hablamos de personas que hacen deporte recreativo. Cuando hablamos de deportistas de alta competencia, ya son palabras mayores.

No olvidemos que para correr largas distancias es necesario un previo y exhaustivo examen médico para prevenir alguna enfermedad o dolencia y peor aún incluso la muerte

Y ya que hablamos de corredores se me vienen a la mente dos grandes amigos, Pepe Bazán(amigo de hace 49 años) y Martín Camacho (a quien conozco desde hace un poco menos, 42 años). Los admiro y pongo de ejemplo para quienes creen que pasada la mediana edad no es posible vencer retos. Y si en tierra ellos marcan el paso, en el agua otros dos amigos "la rompen"; me refiero a Hugo Yara (amigo de la secundaria) y a Félix Novoa (amigo de la universidad).

Así como ellos, todos deberíamos hacer deporte aunque sea caminar. Como dice el dicho, "deporte es vida".





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