TECNOLOGIA

Hará un tiempo leí un artículo del siempre informado y certero Richard Webb, ex Presidente del BCR, en el cual señalaba el impacto de la tecnología en la ampliación de los mercados y el intercambio entre el sector rural y el urbano. Tras la penetración del Internet y la aparición  de los smartphones nada ha vuelto a ser lo mismo.

Cuando llegó la pandemia y el encierro obligado que tuvimos que afrontar el uso de redes sociales, la educación a distancia, la banca digital, el trabajo remoto y la compra por delivery no hubiera sido posible sin las tecnologías de la información (TICs).

Las distancias se acortaron y nos mantuvimos informados y cercanos a nuestros seres queridos y amigos que vivían incluso en lejanas tierras.

Hoy el mundo es impensable sin los avances tecnológicos. Muchos escuchamos música a través de portales como Spotify, vemos películas por Neflix y leemos libros comprados por Amazon o diarios a los que nos hemos suscrito digitalmente.

El mundo es otro. No sé si mejor pero no volverá a ser el de los años 90s y menos el de años anteriores.

Hoy hablamos de "generaciones digitales" y los que nacimos antes hemos tenido que adaptarnos a esta realidad y los que no lo han logrado hoy son considerados "analfabetos digitales".

En algún momento han surgido preguntas sobre qué pasaría si en algún momento "se cayera" la red de Internet o las redes sociales. Ya pasamos algo similar el 4 de octubre del año pasado. El mundo se paralizó y el temor puso en jaque a gran parte del mundo por varias horas.

A principios de siglo el Maestro Pablo Macera puso en discusión algo que está aún vigente, vale decir qué contenidos se difunden en la red. Hoy lo vemos con las llamadas "fake news", la difusión de contenidos inapropiados e incluso delictivos. Entonces es menester que al avance tecnológico se una la necesidad de seguir promoviendo una Sociedade con Valores, caso contrario nos acercaremos cada vez más rápido al fin de la Humanidad "gracias" a la promoción  de agendas de muerte y aberraciones.