Los hechos acaecidos ayer en Madre de Dios (violencia generada por mineros informales), las protestas de los trabajadores CAS del Poder Judicial y del Ministerio Público y la marcha de un grupo de Licenciados del Ejército apoyando el reclamo de ciertos beneficios son acciones que hacen pensar a algunos que estamos ante una situación que podría derivar en un intento de golpe de masas.
Lo cierto que en los últimos 60 años ningún abrupto cambio de gobierno ha sido como consecuencia de movimientos o circunstancias derivadas de grandes movimientos sociales sino como producto de hechos puntuales que han detonado la caída de regímenes como en los golpes militares de 1962, 1968 y 1975, el anuncio del repliegue militar de 1976 (y no el paro del 19 de julio de 1977) que concluyó con el triunfo electoral del belaundismo en 1980 (con paso previo en la Asamblea Constituyente 1978-1979), el Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional de Fujimori en 1992 (que tuvo su salida en el CCD de 1993) y las caídas de PPK, Vizcarra, la algarada lumpenesca promovida por el caviaraje que se tumbó a Merino y la próxima caída del comunista Castillo y su socia Boluarte.
En ninguno de esos casos hemos visto o veremos grandes manifestaciones o marchas; menos hoy en día. Muchos se preguntan por qué y la respuesta es muy simple; porque "así somos" y hoy en día porque hechos flagrantes como la corrupción comunista no llegan a indignar al punto que cientos de miles salgan a la calle. Lo sucedido el 5 de abril de este año como protesta a un intento de "secuestro masivo " so pretexto de un recrudecimiento de "una ola" fue algo tan espontáneo que no derivó en una acción decisiva por falta de un liderazgo potente.
Vivimos en un momento que muchos creen que es suficiente "alzar su voz en las redes sociales ". Esto es importante pero no suficiente pero hay señales que podrían estar anunciando el pronto fin del comunista Castillo como que los organizadores del CADE no han extendido la invitación a Castillo en su calidad de "presidente" (como sucede desde su primera versión). Castillo es prácticamente un holograma y ello se refleja en lo señalado o en el intento de pasar al retiro al Coronel PNP Colchado como si con ello pudieran cortar la ofensiva legal del Ministerio Público. La corrupción comunista ha hecho metástasis y cualquier medida desesperada solo anuncia los estertores de un desgraciado periodo de nuestro Perú.
Para quienes siguen moviendo el fantasma del golpe comunista valga recordarles que a lo largo de estos 60 años todos aquellos hechos similares han tenido éxito siempre y cuando tuvieron el apoyo mayoritario de la ciudadanía y el de las FFAA. Hoy en día Castillo tiene el apoyo ni del 20 % de la población (está en caída libre) y no tiene el apoyo de las FFAA (escuchar el pronunciamiento del General Gómez de la Torre). Cualquier intento de tratar de subvertir el Orden Constitucional acelerará su caída y cualquier intento violento por promoverlo traerá una reacción en sentido contrario que lo aplastará.
El fin de Castillo y el de sus cómplices está cerca. Los primeros en pisar prisión serían su "cuñija" y el corrupto alcalde chotano. Que vayan alistando su muda de ropa los demás. El barco hace agua y ya vemos qué sucede luego. Ya el novísimo MEF "amenazó" con irse y los payasos defensores del régimen ya no vociferan con la intensidad de hace poco. Es más, dos de ellos acaban de ser echados y ya han pasado por una planta de tratamiento de aguas.
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