Han pasado 100 años y la Bodega Sanguchería Carbone (Huancavelica con Caylloma en el Centro de Lima) llegó el pasado 16 de este mes a ese fantástico aniversario con la calidad de siempre.
Es una herencia de un inmigrante italiano que hoy persiste al paso del tiempo, a las crisis y a cuanto ingrato momento que nos ha tocado vivir.
Cuando alguien me pregunta cómo me sitúo políticamente respondo sin dudar que "soy de derecha conservadora", aquella que promueve la Fe, la Vida y los Valores Republicanos y que fomenta su vigencia y la defensa de la Patria de los ataques de sus enemigos.
Una expresión de esa mirada es conservar instituciones como justamente es Carbone. Una iniciativa empresarial que compite y es exitosa. Nadie les ha regalado nada, genera empleo y satisface a una legión de clientes.
Carbone es la expresión del mercado libre sujeto al cumplimiento de normas sanitarias y de todo índole. Da comprobantes de pago, contribuye al fisco y alrededor de él hay circulo virtuoso de proveedores que comparten su éxito.
Conservar empresas como este centenario lugar contribuye al desarrollo del Centro. Muchos vienen a comerse su Butifarra, su ensalada de pallares y de garbanzos o su "Pan con Pejerrey" y a la vez hacer otras compras. Diremos que Carbone junto con Queirolo (Camaná con Quilca), Cordano, El Chinito (Zepita con Chancay", los bares del Bolívar y del Maury así como otros son "los motores" del desarrollo del turismo en el Centro Histórico.
Pese a todo, Lima vuelve a caminar. Enfrentamos la subversión comunista y con esta Administración Edil con Rafael López Aliaga a la cabeza miramos con optimismo el futuro.
Felicidades a Carbone y su equipo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario