viernes, 31 de marzo de 2023

"NO TENGO EDAD...."

 


Así cantaba la gran Gigliola Cinqueti cuando decía "no tener edad para amar..". Hoy algunos demócratas dicen que "no es momento para hacer olas" y prefieren hacerle los coros a la Presidente Boluarte mientras ella vuelve cantar "Falsía". "Hay que defender la estabilidad democrática", dicen.

Ayer el anquilosado Congreso dió cuenta del pedido de vacancia de Boluarte, para luego de unos días someter a votación la admisión de este pedido y finalmente discutir y votar si procede o no. O sea "la mecedora democrática"; "el columpio congresal".

Estos procedimientos no son sino el pretexto para tontear a una población cada vez más enfurecida; algo que por cierto "no se dan cuenta" los congresistas.

Aquí lo que está en juego es la viabilidad del Perú y ello no podrá ser si seguimos siendo tolerantes con la más mínima sospecha de corrupción.

No son solo los dichos de unos cuantos castillistas que no creemos que los esparsan por un afán moralizador sino porque "le estan pasando la factura" a quien ellos creen los "traicionó". Además de ello están las acusaciones sobre su actuación como presidente del Club Apurímac, su candidatura espúrea como parte de la fórmula presidencial comunista, su trabajo como "cajera" del corrupto Cerrón, su complicidad durante diecisiete meses en los que como ministra no solo aplaudió sino guardó silencio sobre las tropelías del ladrón Castillo y tampoco olvidemos ya algunas denuncias de corrupción silenciadas por la prensa "dinista".

Si creemos que callando y "pasando por agua tibia" todo lo señalado estamos "defendiendo la Democracia" estamos recontra equivocados; salvo que existan "razones de peso" para hacerlo.

No podemos dejar de señalar sin miramientos a cualquiera que esté cometiendo cualquier estropicio. Repetir las monsergas de  quienes defendian a Castillo no solo nos hace cómplices sino que tarde o temprano nos pasará factura.

Qué vergúenza escuchar a congresistas, periodistas y otros decir que "hay que investigar" o  que "hay que ser responsables". 

La verdad que prefiero que me digan que "exagero" a que me señalen como un "oporto" más que a suma a la larga lista de cómplices, asalariados o tontos útiles a los que la sabiduría popular les ha bautizado como "la derechita cobarde, versión dinista".


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