La lluvia siempre ha sido motivo de películas, canciones y poemas. Quién no recuerda a Gene Kelly bailando bajo la lluvia o las canciones "Lluvia" de Eddie Santiago y "Recuerdos en la lluvia" de Los Doltons.
Sin embargo hoy la lluvia no nos trae recuerdos sino preocupaciones. El Norte está bajo las aguas producto de lluvias y desbordes y Lima podría sufrir las consecuencias de una gran lluvia. 18 distritos estarían en riesgo.
Y como en muchas cosas nuestro país no está preparado para afrontar desgracias naturales por inacción o permisividad de sus autoridades.
Miles de peruanos viven en zonas que no deberían ser habitables. Los ejemplos son muchos y repetirlos ya resulta ocioso.
Escuchar a la jefa de "La Autoridad de Reconstrucción con Cambios" reconocer que no se han hecho labores de descolmatacion y canalización de ríos es una prueba de lo dicho. Se ha reconstruído y construído sin hacer lo necesario para evitar nuevas desgracias producto de eventos de la naturaleza.
El otro día el periodista Chema Salcedo se refería a algo tan simple que ya parece estúpido no hacerlo. Se refería a la costumbre de pulir las veredas, lo que ocasiona más de una caída al estar mojadas. Esto es algo que se puede hacer con un poco de sentido comun; algo que escasea en muchos alcaldes que "arreglan las veredas".
Hoy esperamos que las medidas reactivas de los alcaldes distritales de Lima logren mitigar las posibles consecuencias y sobre todo ejerzan su autoridad e impidan que tras la emergencia muchos pobladores vuelvan a ocupar áreas prohibidas como lechos de ríos, quebradas, laderas de cerros y otros.
Finalmente esperamos la renuncia de la ministra de Vivienda, Construcción y Saneamiento Pérez de Cuéllar que candorosamente admitió la incapacidad del Estado para afrontar esta emergencia. Que siga en el cargo ganando 30 mil soles mas "mueŕtos y heridos" y no pueda solucionar los probleamas, no tiene sentido.
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