50 AÑOS

Un día como hoy, quizá días más o menos, un grupo de jóvenes inició un camino que no concluyó en la intención primigenia pero sí nos sirvió para ser mejores personas. De ello no me cabe duda alguna.

Ello ocurrió hace 50 años y del grupo que inició el Primero de Secundaria aún nos comunicamos con mis grandes Hermanos Pepito Bazán, Jorge Farfán, Carlos Vivar y Jorge Cobo (el unico.a quien vi jugar futbol sin amarrarse los pasadores y.no caerse. Con nosotros estuvieron Choy, Aylas, Rimarachín, Castillo, Cerna, Díaz, Campbell y Quispe. El año siguiente llegaron Toscano, López,  Tavera, Beyzaga, Vivanco "Sandokan" y Carlos Bernabé.

Fuimos parte de un grupo privilegiado de jóvenes formados en el Seminario Salesiano Pablo Albera de Magdalena del Mar. Recibimos una sólida formación guiada por el amor a Nuestra Madre María Auxiliadora, las enseñanzas de San Juan Bosco y bajo la conducción de nuestro Director el Padre Vicente Santilli y grandes sacerdotes como los Padres Juge, Fanello, Arizaga, Antúnez de Maggiolo y otros; por nuestros profesores (además de los sacerdotes nombrados) Flower, Jaromin, Gutiérrez, Castillejo, Collazos y Hermanos Mayores que luego fueron sacerdotes como Sono, Niquén, Siesquén, Posada, Domenech, Pérez, Canales, Cherres, Zegarra, Valdivia, Saavedra, Olenchinski y otros, recordando en especial a Andrés Costa, a quien Dios llamó tempranamente.

Aquel año compartimos la participación en la Misa y el Rezo del Santo Rosario, las clases escolares, el aprendizaje de Latin, el almuerzo y lonche en comunidad, las labores de limpieza, la hora de deporte y de estudio así como el aprendizaje de instrumentos musicales, la participación en actividades culturales y recreativas.

Fuimos unos privilegiados que compartimos aquel año con Aspirantes de años superiores, entre los que destacaré a mi Hermano Víctor González, quien con paciencia me enseñó a patear la pelota. Ya en otro artículo me he referido a un buen número de ellos como Zerga, Arista, Collantes, los Ledesma, los González, Osorio, Cataĺán, Davey, Maruffo, Castro, Benavente, Cahuana, Donayre, Enciso, Quiñónez, Castro, Mejía, Atarama y otros más. Aquel año fuimos aproximádamente casi 70 aspirantes.  Menciono también a quienes vinieron luego en 1974 (al finalizar este  año me retiré de la Casa) como mi gran amigo Pancho Dumler, Rodríguez (hoy sacerdote), Many Tovar, el finado Marino Dávila y otros. 

Los dos años que estuve en el Aspirantado marcaron mi vida, como seguro la de todos o casi todos que estuvimos ahí. Como dice el dicho, "muchos fuimos los llamados, pocos los escogidos" pero aquellos años fueron inolvidables y vuelvo a vivirlos recordando "el llamado de la campana" para diferentes actividades.