Sus seguidores le llamaron "Pachacutec", sus detractores no dejaron de señalar sus bajezas morales hasta que tras las revelaciones de uno de los más grandes latrocinios, pusieron en evidencia la catadura moral de quien fuera Presidente de la República 2001-2006, o sea Alejandro Toledo. Sin embargo cabe decir que la gente que eligió a Toledo sabía quién era. ¿O habremos olvidado "su secuestro en el hostal Melody o sus sospechosas relaciones con el estafador Manrique Carreño (CLAE)?
La historia señala a Toledo como un farsante que construyó una historia de vida en base a medio verdadades y mentiras. No fue ni alumno ni profesor en la Universidad de Harvard ni su madre murió en el terremoto de 1970. Tuvo que reconocer ser padre de Zaraí cuando la vacancia por incapacidad moral rondaba Palacio de Gobierno y el chaleco salvavidas fue Antero Flores Araoz.
A Toledo se le conocía por ser un mediatico comentarista económico hasta que en 1995 tuvo su primera fallida aventura electoral. En el 2000 tuvo "la fortuna" (y el Perú la desgracia) de encabezar la oposición al fujimorismo. Tras su derrota electoral fabricó una protesta ("la marcha de los cuatro suyos") que tuvo resultado con efecto retroactivo y tras la caida de Alberto Fujimori en novembre del 2000, se gatilló su candidatura en la elecciones del 2001 la cual ganaría en el repechaje con Alan Garcia.
Desde un inicio el gobierno de Toledo estuvo preñado de escándalos en los cuales estuvieron metidos sus familiares (su sobrino Coqui y otros), su propio Vicepresidente Diez Canseco (que finalmente renunció), los escándalos en Punta Sal, el avión parrandero, la odiosa injerencia en asuntos de Estado de su esposa Karp y la necesidad de "cargadores e intérpretes" por citar algunos. Tampoco no debemos olvidar que el gobierno de Toledo fue invadido por caviares de todos los pelajes que fueron los responsabes de desmontar los logros en la lucha contraterrorista de los 90s. Cientos de terroristas fueron liberados y otros tantos vieron reducidas sus condenas, entre ellas Huatay, Garrido Lecca, Cárdenas y otros; hoy libres y gozando de una mal habida libertad.
Como todo gobierno desde el retorno a la Democracia en 1980 (con excepción del "gobierno" del ladrón Castillo) tuvo sus luces como bien señala su ex ministro y asesor Juan Sheput. Podríamos señalar el manejo económico, ell apoyo a la inversión inmobiliaria, la firma de Tratados de Libre Comercio y una relativa primavera democrática. Pero como dice el dicho, "por fuera flores, por dentro temblores". En el gobierno de Toledo se engendró la peor corrupción de la cual sabríamos años después al estallar el escándalo de Lava Jato (paradójicamente en el mandato de alguien que se decía adalid de la honestidad y la lucha contra la corrupción).
Toledo está a punto de regresar al Perú directo a una cárcel (esposado por cierto). Muchos políticos allegados a su gobierno tiemblan ante la posibilidad de que se sepa qué pasó en aquellos años del periodo 2001-2006 y por ende de su participación en las raterías del toledismo.
¿Llegaremos a saber la verdad y los culpables pagarán con la cárcel? ¿Cantará el "el sano y sagrado"?
El tiempo lo dirá¡
No hay comentarios.:
Publicar un comentario