miércoles, 8 de marzo de 2023

LA PLAYA

  


Escuchando la canción La Playa del gran grupo español La Oreja de Van Gogh recordaba lo conversado en un chat con algunos amigos de la universidad sobre lo que era pasar un día de playa en los años 70s.

Eran los años de nuestra adolescencia y en mi barrio de Pueblo Libre pasaba un bus que en enero y febrero nos llevaba a la playa Pescadores de Chorrillos de lunes a viernes. Nos recogían antes de las  nueve de la mañana y a la una de la tarde ya estábamos en casa. 

Ibamos con jóvenes de alrededores de mi casa y también con un grupo numeroso de Torre Tagle en Pueblo Libre (por el óvalo de la Brasil).

Eran otras épocas. La Costa Verde no tenia muchos años de inaugurada, aún habían "chorrillos", se alquilaban sombrillas y sillas de playa y algunos incluso alquilaban "ropas de baño".

Hoy la Costa Verde explota de gente y hay quienes, gracias al fruto de su trabajo pueden darse mayores comodidades e ir al sur a gozar de fines de semana en alguna casa de playa. Qué bueno que sea así. Por cierto en los 70s y 80s "ir al sur" era ir al Silencio; hoy Cañete es el lugar que alberga exclusivas y confortables zonas de playa sin  que esto sea impedimento para que gocemos de playas públicas abiertas para todos.

Volviendo a Pescadores, recuerdo los parlantes donde se difundían la música de radio Atalaya y tambien avisos de servicio público, los heladeros de D'Onofrio o quienes vendían los populares "marcianos" o helados a granel así como canchita, conos dulces, maní, gaseosas frescas y otros.

Aparte de Pescadores, otros iban a Agua Dulce, Makaha, Los Pavos, Los Yuyos y por cierto al Regatas quienes tenían la suerte de ser socios de este gran club.

La playa nos recuerda el primer amor, los amigos, el clima caluroso y soleado de febrero y el neblinoso de enero y por cierto los días apacibles y también de cambios en nuestra juventud.

Hoy la playa ya no me ilusiona; sin embargo me gusta verla desde un piso alto con una Cusqueña bien helada. En todo caso muy temprano o después de las cinco de la tarde para escapar del calor abrasador y de la arena ardiente.

Así es Pepe y Kike, los años pasaron y parecieran que fueran ayer los tórridos veranos de los 70s y 80s. Quedan en nuestros recuerdos imborrables.



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