A TRES DIAS - PARTE 1

 

La historia reciente aún no logra desentrañar qué indujo al comunista Castillo a dar un golpe, que por lo visto, estaba destinado a fracasar.

¿Será acaso que hubo alguien que le pintó un escenario inexistente (apoyo militar) o será que algunos se bajaron del coche golpista y le quitaron un inicial apoyo?

Semanas antes de aquel 7 de diciembre Castillo y el impresentable Torres seguían organizando el respaldo al cleptómano gobierno a través de los llamados "consejos de ministros descentralizados" e incluso recibieron "la bendición" del Monseñor Cabrejos, Presidente del Consejo Episcopal Peruano y de los Arzobispos Castillo y Barreto. No hemos olvidado su traición a la Democracia y su complicidad con el gobierno filosenderista, no solo al final sino desde su inicio e incluso en su elección fraudulenta.

Poco tiempo antes de su caída, el gobierno presentaba una metástasis que lo carcomía desde dentro pero la soberbia perduraba . El ascenso como Primera Ministra de la encarcelada Betsy Chávez era una muestra de ello. Buscaban endurecer su posición y dar el zarpazo definitivo contra el Orden Constitucional.

Junto con los jerarcas de la Iglesia Católica, hay que señalar a intelectuales, periodistas, caviares, empresarios, opinólogos y otros que sostuvieron al régimen corrupto so pretexto de que "ya no había nada más qué hacer", pero no por ello agacharon la cerviz para recoger las migajas que les arrojaban. ¿Acaso hemos olvidados a esos periodistas entrandando a Palacio de Gobierno para "conversar" con Castillo?

No obstante hubo actitudes dignas de colectivos que mantuvieron viva la llama de la protesta, junto a congresistas, líderes políticos, periodistas que se mantuvieron firmes sin buscar la salida fácil del autoexilio y a todos aquellos que desde las redes sociales dieron batalla a quienes quisieron imponer un gobierno comunista corrupto. A ellos hay que añadir la figura de la Fiscal de la Nación Patricia Benavides que combatió sin descanso desde el propio Estado. Quién sabe si sin su valiente participación, hoy estaríamos sumidos en una dictadura.

No obstante ello, no tengo dudas, hubo una presencia excepcional que jugó un papel decisivo. Como lo dijo mi amigo Sergio, mucho antes de aquel día 7 de diciembre, en el Perú iba a actuar (y actuó) la Divina Providencia. Una tierra bendita donde nacieron y vivieron santos y mártires jamás podría caer en manos de filoterroristas. Los 17 meses que padecimos la miseria moral del castillo fue la penitencia que tuvimos que pagar por la desidia de haber permitido el fraude que llevó a un ladrón a Palacio de Gobierno no solo ilegal sino ilegítimamente.

Continúa...