¿SOMOS SOBERANOS?

 

Es una delicia como ciertos sectores hablan de defender la "soberanía" pero siempre han  puesto al Perú en peligro de caer en garras del comunismo. Primero fue en los años 60s cuando Cuba exportaba lo que mejor sabía hacer o sea promover movimientos guerrilleros, que afortunadamente fueron barridos en su momento. Sin embargo hoy esos sectores, a los que me refiere, pretenden borrar la historia y rendir "homenaje" a asesinos como Heraud, De la Puente, Blanco y otros.

Pasó el tiempo -y tras los años 80s y 90s y la derrota militar de las organizaciones terroristas- la nueva ofensiva antipatria cambió de metodología mas no de objetivos. 

A lo largo de estos últimos 23 años la ofensiva ha sido priorizando la cultura en sus diversas manifestaciones siguiendo las recetas gramscianas. Los centros donde se irradiaban las estrategias fueron hasta ese entonces Moscú y Beijing. Ahora son el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Pueblo, cada quien con diferentes ópticas pero apuntando a lo mismo, con la inacción y/o complacencia de los diversos gobiernos.

La injerencia castrochavista se dio a través de las llamadas "casas de alba", misiones dizque medicas cubanas, el abierto trabajo de embajadas de Cuba y Bolivia, "el trabajo" de diversas oeneges, de la llamada "justicia supranacional", del financiamiento de "opinólogos, intelectuales y otros voceros asalariados". 

De eso no hablan los caviares ni comunistas. Ningún gobernante (ninguno) ha enfrentado  esta realidad; tampoco ningún congreso lo ha hecho institucionalmente y solo algunos lo han hecho con pocos resultados. 

Sino, ¿cómo explicamos que un embajador caribeño pueda inmiscuirse impunemente en asuntos internos de nuestro país o que exista un mal llamado "museo de la verdad" desvirtuando la verdadera historia? ¿Cómo entender que las leyes, las sentencias judiciales o jurisdiccionales no se cumplan porque algunos dicen que hay que "cumplir lo que mandan cortes supranacionales"?

Ya es hora que de cara al Bicentenario de Junín y Ayacucho nos sacudamos de yugos neoimperialistas.